miércoles, 22 de diciembre de 2021

Wilhelm Reich: Un científico rebelde contra la dictadura médica que amenaza la vida

Comparto el texto íntegro del artículo publicado en el número 78 (Octubre 2021) de la revista italiana Scienza e Conoscenza con motivo del relanzamiento por la Editorial Macroedizione de las traducciones italiana y francesa de mi libro Wilhelm Reich, inspirador de rebeldía (publicado originalmente en castellano por la Cauac en 2017.




Wilhelm Reich: Un científico rebelde contra 
la dictadura médica que amenaza la vida


“Hay algo que no falla y es la convicción de que únicamente los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana. Porque a medida que nos relacionamos de manera más abstracta, más nos alejamos del corazón de las cosas y una indiferencia metafísica se adueña de nosotros mientras toman poder entidades sin sangre ni nombres propios”.

Ernesto Sabato. La Resistencia.


Dramáticas palabras por lo que tienen de profético escritas hace más de veinte años. Pocos podrán dudar de que estamos inmersos en una crisis sin precedentes que afecta a la totalidad del planeta y que no deja resquicio para escapar a la minoría de personas que por una razón u otra nos hemos hecho conscientes de la agresión brutal contra la humanidad que se desató en diciembre de 2019.

Por su propia naturaleza, es imposible comprender lo que está sucediendo desde una perspectiva médica o biológica, incluso científica en el sentido amplio de la palabra.

Estamos ante una herramienta de poder que solo puede analizarse desde una perspectiva global que incluya la mirada sociopolítica y el análisis de las relaciones de poder.

Y como suele suceder en estos casos, el reto no es explicar por qué mandan los de Arriba, sino por qué obedecen los de abajo, y la clave nos la dio Wilhelm Reich hace casi cien años, en un libro publicado originalmente en 1933 y ampliado años después, un libro que fundó una disciplina dedicada a la psicología social y que sigue siendo fundamental para entender el comportamiento de las sociedades humanas, incluyendo la aceptación resignada de la violación de derechos fundamentales y la agresión contra nuestra salud y nuestra vida. Se trata de Psicología de Masas del Fascismo que en un principio se refería al ascenso del nazismo en Alemania y que posteriormente Reich extendió a cualquier régimen político autoritario incluyendo la URSS y Estados Unidos.

MI “ENCUENTRO” CON REICH

Teniendo yo 17 años me encontré con un libro de cubierta aburrida y muy deteriorado perteneciente a la Biblioteca de Psicología Profunda de la Editorial Paidós cuyo título llamó mi atención por lo enigmático: La función del orgasmo. El descubrimiento del orgón. Aunque entendí bien poco de lo que allí se decía, el tono peculiar del texto —entre diario vital, reportaje científico y crítica filosófica— hizo que quedara fascinado para siempre por su autor: Wilhelm Reich.

Reich me llevó a A. S. Neill y su visión radical de la educación, lo que me impulsó a seguir magisterio y a desarrollar una vida profesional llena de contradicciones al convertirme en funcionario educativo estando totalmente en contra de la tarea que se supone debía realizar y del modo de realizarla. Pero además, la lectura de las obras de Reich —las pocas que en aquellos años se habían traducido al castellano— me impulsó a explorar una multitud de caminos en los campos de la educación, la ecología y la salud, lo que terminaría determinando mi actividad durante más de 25 años como escritor de investigación.

Pero la cosa no termina aquí. De alguna forma Reich ha venido influyendo en mi vida desde aquel 1977 y le debo sin duda la forma en que me he relacionado y me relaciono con mis hijos así como mi aproximación crítica a la realidad, mi rebeldía, mi cuestionamiento sin concesiones de la autoridad en todos los sentidos.

Se puede decir que Reich fue el primero de un puñado de autores que he ido conociendo, con los que he ido dialogando y que finalmente he ido guardando en una especie de “caja de herramientas” que utilizo habitualmente en mi trabajo de investigación social conectada con la salud, la enfermedad, la medicina, la biología y la vida en su sentido más amplio.

De hecho, el descubrimiento clave de Reich fue la presencia constante de la energía de la vida fluyendo en todas partes y conectando cada ser vivo con el cosmos. Esa energía, que Reich denominó Orgón, era al mismo tiempo la energía que tradiciones ancestrales habían llamado Ki o Prana, la fuerza de la que venían hablando las corrientes vitalicias y la Líbido que Freud concebía de un modo casi metafórico.

Reich consiguió hacer visible esa energía que relacionaba sus primeras inquietudes sobre la concepción freudiana de la neurosis, su teoría sexual, sus preocupaciones sociopolíticas, sus experimentos sobre el origen de la vida, su concepto de salud y enfermedad y la importancia crucial de la autorregulación en la crianza. Si fue perseguido hasta su muerte fue porque su lucidez ponía en peligro el statu quo de los poderosos al desvelar el origen del sufrimiento y de la sumisión.




EL ORIGEN DE LA OBEDIENCIA

La respuesta de Reich al enigma de la obediencia fue tan simple como profunda: “todo orden social produce en la masa de sus componentes la estructura de carácter que necesita para alcanzar sus fines” y puesto que los fines de la minoría en el poder consisten básicamente en mantenerse donde están, controlar al resto y disfrutar de sus privilegios, la estructura de carácter que necesitan es la sumisión, la obediencia, la incapacidad crítica…

Los antiguos helenos de las polis clásicas llamaban “ἰδιώτης” (“idiotés”, “idiota”), a los ciudadanos que no acudían a la asamblea y por tanto dejaban a los demás la decisión de los asuntos públicos. Por su parte, Reich, en su libro Escucha, pequeño hombrecito utiliza una expresión más precisa y radical: “esclavos de no importa quien”.

Es cierto que el falso relato en torno al coronavirus y el miedo que lo acompaña como ingrediente inexcusable, se ha impuesto por la manipulación de unos grandes medios de comunicación al servicio de grupos de poder que dominan el mundo, pero eso no es posible conseguirlo con miles de millones de personas si no existe una condición previa: que esas personas hayan sido moldeadas para aceptar cualquier cosa por absurda que sea y por mucho que pueda perjudicarles a ellos o a sus hijos. La manipulación y la mentira son reales pero no bastan; la presión y la amenaza no son suficientes; el miedo y la incapacidad para rebelarse no son fruto de la improvisación, son elementos que se implantan desde el mismo momento en que los seres humanos son concebidos. Solo así cumplen su función al servicio del poder.

Los idiotas son pues el paradigma de la dejación, que juega un papel fundamental en nuestra historia, de hecho, la inmensa mayoría no es ignorante, por el contrario sabe lo que tiene que saber, es decir, lo que está mandado que sepa. La mayoría son más bien idiotas, es decir, pasivos, acríticos, incapaces de hacerse preguntas y tomar decisiones. Una vez fabricado el ciudadano idiota, esclavo de no importa quien, no existe dificultad especial en conseguir que acepte como dogma cualquier cosa por absurda que pueda ser.

FUNDAMENTALISMO CIENTÍFICO

Como explicaba el mismo Ernesto Sabato, el ser humano está más dispuesto a creer algo cuanto menos lo entiende, de modo que el discurso de la ciencia, controlado por el poder, progresivamente más abstracto y especializado, ha conseguido imponerse como discurso de verdad que la inmensa mayoría acepta sin discusión, dándose así la paradoja de que el método científico que se presentaba como contrapartida de la religión y las creencias se ha convertido él mismo en una creencia universalmente aceptada.

Durante los siglos de desarrollo de la ciencia moderna, el debate sobre el conocimiento de la naturaleza enfrentó las explicaciones teológicas, mágicas, sobrenaturales, con las materialistas, objetivistas y positivistas representadas por el método científico. Pero Reich encontró y desarrolló un camino intermedio para la observación, la experimentación científica y la elaboración de teorías, un camino que utiliza los elementos racionales del método científico pero sin caer en el mecanicismo, lo que le permitió señalar los errores de las dos posiciones extremas y mantener a lo largo de su vida un eje central de coherencia que conectaba sus descubrimientos entre sí y con el propio método de investigación.

Para Reich, el ser humano acorazado es un individuo-máquina que percibe las cosas desconectadas de modo que su concepción de la naturaleza y de los seres vivos no puede ser más que mecanicista, su pensamiento y las herramientas que construye para experimentar son mecanicistas y él mismo se concibe con una pieza de esa gigantesca máquina que sería el universo. Ese individuo-máquina no puede comprender el movimiento que es la esencia de lo viviente. De ahí que la ciencia moderna, huyendo del misticismo haya caído en el mecanicismo que ignora lo esencial de la vida: las emociones y el movimiento, el flujo y la pulsación.

Reich plantea que únicamente desde el contacto con lo vivo puede entenderse la vida. Por eso denominó a ese método funcionalismo orgonómico: orgonómico porque es la energía orgánica la que está en la base de todo lo vivo, y funcionalismo porque es precisamente el hecho de que todos los seres vivos funcionen con leyes comunes lo que facilita la conexión de un organismo vivo que investiga y busca respuestas con otros organismos y con la naturaleza en sí misma.

Ese método y su descubrimiento clave: la energía orgónica, le permitieron replantear toda su visión del psicoanálisis, de la sexualidad, de la psicología social y de la autorregulación como elemento básico de construcción de la armonía social y natural, y de la prevención del sufrimiento humano.

Las implicaciones de la energía orgánica en la salud y la enfermedad lo llevaron igualmente a cuestionar los dogmas que la investigación biomédica estaba imponiendo desde principios de siglo: la Teoría Microbiana de la Enfermedad y su complemento, la idea de Inmunidad, una teoría jamás probada aunque impuesta por motivos de poder y que ha servido de base para un concepto de salud pública basado en la paranoia del contagio que actualmente justifica todas las medidas que conculcan derechos y libertades fundamentales e imponen una dictadura sanitaria a nivel mundial.

Así, los descubrimientos de Reich podrían haber cambiado el mundo, y aún estamos a tiempo de aprovechar esta crisis para ponernos a la tarea: qué otro sentido tiene una crisis si no es precisamente el de provocar, facilitar, inducir, crear las condiciones para un cambio radical…

REICH: UNA ESPERANZA PARA EL FUTURO

A pesar de la enorme variedad de campos de investigación que abrió Reich o que contribuyó a ampliar, profundizar o conectar entre sí, toda su obra puede resumirse en una celebración de la vida, un intento de comprenderla, de contribuir a respetarla y protegerla, hasta el punto de descubrir la propia energía de la vida que denominó “orgón” y que conecta todos sus trabajos, sus preguntas y sus posibles respuestas.

Y a partir de esas preguntas y respuestas podemos comprender dos aspectos claves de la pandemia lanzada por la OMS siguiendo los dictados de sus dueños, la ínfima minoría que domina el mundo:

Por una parte, la cuestión científico-médica: las investigaciones de Reich en el campo de la biología permiten comprender el error mecanicista y la falsedad de la teoría que culpa a los microbios de las enfermedades a partir de unos hallazgos con los que Reich abrió la puerta a una visión simbiótica de los microbios como claves del origen de la vida.

Por otra, la búsqueda social de Reich conectada con la represión individual que utiliza como herramienta la familia autoritaria castradora, nos permite entender el origen de la sumisión, del sufrimiento emocional, de la propia maldad humana desde los orígenes de la civilización.

La medicalización del embarazo y del parto, la separación de las criaturas desde el momento mismo de nacer y durante todo el período que Reich denominaba “período crítico biofísico” durante el cual el bebé continúa siendo un feto a pesar de haber salido del vientre materno, las distorsiones durante la crianza que provocan la formación de la coraza impidiendo el contacto natural o saludable con uno mismo y con el exterior y crea una situación de carencia emocional y alteraciones en el desarrollo biofísico que se intensifica en los años posteriores, tanto en la etapa familiar como a través de la intervención de la escuela y sus múltiples versiones de educación represiva, creando así el ciudadano obediente, pieza perfecta de la maquinaria social al servicio del poder tal como han expuesto en detalle Casilda Rodrigañez y Ana Cachafeiro en su libro La represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente.




UN APUNTE FINAL SOBRE EL KALI YUGA

Todas las civilizaciones concibieron la historia como algo cíclico con períodos de luz y oscuridad, fases en las que predomina la espiritualidad, la armonía y el equilibrio, y fases en las que domina lo material, la confrontación y el desequilibrio. La tradición hindú denomina a este último período Kali Yuga, la edad oscura, en cuyas etapas finales nos hallamos actualmente según los estudiosos de la tradición como René Guénon, lo que significa que muy posiblemente estemos viviendo el final de un ciclo y quizá —quién sabe— asistamos al comienzo de uno nuevo, o puede que lo hagan nuestros hijos o nuestros nietos.

Concentrando toda su obra en unas pocas palabras que nos alienten en estos tiempos de incertidumbre podríamos decir que se trata de recuperar nuestra parte salvaje y animal precisamente para sentirnos más humanos, para conectar con los ritmos naturales y la espontaneidad de lo vivo.

Una transformación radical desde el mecanicismo a la orgonomía, a la pulsación de la vida, que acabe con el fundamentalismo científico imperante; desde la antibiosis a la simbiosis que destierre para siempre la teoría microbiana y nos enseñe a convivir con nuestros microbios que han sido la clave del origen de la vida y que siguen siendo fundamentales para la salud y el mantenimiento de nuestro equilibrio interno; desde la represión a la autorregulación que supondría el fin de los idiotas y el retorno de la ética aristotélica y su búsqueda del bien supremo como fin de la política entendida como la gestión de los asuntos de la polis, de los grupos humanos… y en definitiva, una transformación desde el totalitarismo sanitario, la corrupción, los sobornos y el control de los organismos públicos de salud a la autonomía y capacidad de decisión de la gente sobre nuestra propia salud, no como una concesión que se pueda limitar o incluso retirar si interesa al poder, sino como un derecho básico intocable: en vez de un pasivo “consentimiento informado” una activa “decisión informada”.

Quizá las ideas y los descubrimientos de Reich sufrieron un rechazo tan terrible y radical porque eran la semilla de un nuevo ciclo de la humanidad y debían esperar su momento.

Ese momento ha llegado.


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Y LECTURAS RECOMENDADAS

    • García Blanca, J. Wilhelm Reich: Il genio dell'energia orgonica e della liberazione sessuale. Macro Edizioni, 2018.
    • Reich, W. The Mas Psychology of Fascism. Farrar, Straus and Giroux. 1998.
    • Reich, W. Listen, Little man! Farrar, Straus and Giroux, 2013.
    • Reich, W. Children of the Future. Farrar, Straus and Giroux, 1983.
    • Rodrigañez, C. y Cachafeiro, A. La represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente. Cauac Editorial Nativa, 2020.
    • Sandín, M. Pensando la evolución, pensando la vida. Cauac Editorial Nativa, 2019.
    • Manrique, M. Ciclos Cósmicos de la Humanidad

Información básica para un análisis crítico de la crisis COVID:
    • García Blanca, J. Mi investigación de la falsa pandemia
    • Lanka, S. Artículos sobre la Corona-crisis y el desmontaje de la Virología (WissenschafftPlus)
    • Botinas Montiel, Ll. Llamamiento a la acción adecuada: actuemos para ganar 



domingo, 24 de octubre de 2021

Stefan Lanka: Jaque Mate a la Virología


Acaba de llegarme un video vía Telegram. Remite: el doctor Stefan Lanka.

Anuncia que ha completado la segunda fase de los experimentos de control que estaba realizando: definitivamente, la Virología queda refutada. Y él mismo se presenta como ex-virólogo.

De qué estoy hablando?

En marzo entrevisté al doctor Lanka para la revista Discovery DSalud. Una larga y densa entrevista que hubo de publicarse en tres entregas: números 247-249, es decir entre abril y junio de este año. Entre las muchas y muy sorprendentes cosas de las que hablamos, el doctor Lanka explicó su trabajo de revisión de la Virología que ha venido publicando en la revista que edita en alemán: WissenschafftPlus.

En síntesis: los virólogos nunca jamás han hecho experimentos de control cuando se han puesto a aislar virus y por tanto no se han dado cuenta -o no han querido darse cuenta- de que estaban cometiendo un error mayúsculo y que los "virus" solo estaban en su imaginación. Este trabajo deja pues sin base científica toda la Virología incluyendo el supuesto "virus" que el mismo doctor Lanka había "descubierto" en 1994. Y por supuesto supone que el SARS-CoV-2 como el resto de los "virus" no es que no se haya aislado, es que no se podrá aislar nunca.

Todo esto puede leerse con detalle en la entrevista o en los textos del propio Lanka, algunos de los cuales están traducidos en la web de WissenschafftPlus a varios idiomas incluyendo el castellano.

Pero el doctor Lanka ha dado un paso más, el paso definitivo: llevar este planteamiento al laboratorio y realizar los experimentos de control que ningún virólogo ha realizado jamás.

En una primera fase demostró que cultivando tejidos sanos mediante el procedimiento que habitualmente se utiliza con los supuestos tejidos infectados las células "mueren" exactamente igual lo que significa que no eran los "virus" los que las mataban sino el propio procedimiento de cultivo.

Y recientemente el paso definitivo: el doctor Lanka ha recreado el "SARS-CoV-2" a partir del cultivo de células humanas sanas demostrando que el nuevo coronavirus no es una entidad biológica real sino un constructo virtual que puede fabricarse mediante sofisticados programas informáticos.

Jaque mate a la Virología.

El trabajo científico está hecho. Ahora queda lo peor. Del mismo modo que tantas teorías erróneas o directamente falsas se han impuesto por motivos de Poder y multitud de descubrimientos han sido censurados, perseguidos, destruidos porque no interesaban al Poder. Ahora toca el turno de pelear por este cambio de paradigma que puede abrir las puertas un cambio mucho más global y radical.



Explicaré todos los detalles de estos experimentos y sus consecuencias en un próximo número de Discovery DSalud. Entretanto aquí hay más información:

Entrevista con el doctor Lanka. Discovery DSalud, 247-249. Marzo-Junio, 2021.
García Blanca, J. Los virus no son causa de ninguna enfermedad. Discovery DSalud, 250. Julio 2021.
Textos claves del doctor Lanka traducidos en la web de WissenschafftPlus.
Entrevista en la que el doctor Lanka explica brevemente su refutación de la Virología.
Video del doctor Lanka anunciando el fin de los experimentos.

sábado, 23 de octubre de 2021

Argumentos que no ayudan por mucho que lo parezca

La mayoría sigue aún hipnotizada, aborregada, paralizada, manipulada… son las apreciaciones habituales para ese ejército que no puede ser más que lo que es porque para eso los diseñaron y fabricaron. No es este el lugar o el momento para analizar su grado de libertad para decidir. 

Pero me temo que dentro de la minoría “despierta” (que no es tan minoritaria porque somos varios cientos de millones) hay también una mayoría que no termina de dar el paso que va de la “resistencia”, que no deja de ser una actitud pasiva, a tomar la iniciativa, pasar al ataque, abandonarse a la crisis en el buen sentido de la palabra y ponerse a construir un mundo mejor que no nos avergüence ante nuestros hijos y nietos cuando nos pidan cuentas… que nos las pedirán.


Si queremos cambiar de modo radical el paradigma de salud que hoy domina nuestra sociedad, no podemos conformarnos con esos pequeños argumentitos que sirven para salir del paso o como algunos defienden, para “ir poco a poco” y no asustar a la “gente que aún no ha despertado”.

Yo por el contrario creo que a esa gente hay que echarles un buen cubo de agua fría y dejarnos de tonterías que los sirvientes de los Amos del mundo vienen con todo su arsenal destructivo y no hay tiempo para delicadezas. Así que ahí van algunos ejemplos de esos supuestos argumentos en cuya trampa no hay que caer comentados muy brevemente y sin engorros de referencias científicas (que haberlas haylas) para simplificar la lectura:

El SARS-CoV-2 no se ha aislado tal y como se hizo con otros virus...

—El SARS-CoV-2 no se ha aislado ni nunca se aislará porque no puede aislarse y la razón es que no existen las entidades que la virología denomina “virus”. En algunos casos se trata de partículas celulares, vesículas de transporte o exosomas; en otros casos fragmentos de ADN o ARN humano que tienen su tarea en nuestro medio interno; y en otros son construcciones virtuales realizadas mediante programas informáticos con la intención expresa de hacerlas pasar por nuevos “virus”.

La PCR no es cien por cien fiable como herramienta de diagnóstico...

—La PCR es cero por cien fiable como herramienta de diagnóstico de supuestas enfermedades de las que se culpa a un “virus”. Sin virus no hay componentes del virus, en este caso ADN o ARN para poder diseñar la PCR. Lo que utilizan son fragmentos del genoma virtual que construyen. Lo dicho: cero por ciento.

Un estudio demuestra que los asintomáticos no contagian...

—¿Y los sintomáticos, sí? Pues eso. Los que pretenden liberar a los asintomáticos refuerzan la idea de contagio que es central en esta historia. Un estudio demuestra que los asintomáticos no contagian… pues otro estudio podría perfectamente demostrar que los sintomáticos tampoco. Pero quién va a hacerlo?

La mayoría de los supuestos contagiados de COVID son contagios de gripes...

—De nuevo el contagio. Contagiados por aquí, contagiados por allá… y qué más da? Qué más les da a ellos -quiero decir, a Ellos- que sean de COVID, de gripe o de la próxima recontrapandemia. El caso es reforzar la Teoría Microbiana y las mentiras de sus paladines: Pasteur, Koch y compañía.

La mortalidad de la COVID es inferior a la de la gripe...

—La mortalidad de la qué? Aquí la trampa es otra: reforzar la idea de que existe una nueva enfermedad y por supuesto reforzar la idea de que existe el “virus” culpable: “COVID” = “Corona Virus Disease”, es decir, “Enfermedad por Coronavirus”. Dos pájaros de un tiro que se cuelan por culpa de los despistados.

El indice de mortalidad de la COVID es muy inferior al que se dice oficialmente...

—Aquí se repite la trampa de la nueva enfermedad pero con un añadido importante: las muertes. Asi que aunque sea muy inferior a lo que se dice oficialmente, lo que cuenta es que hay “COVID” y sobre todo, que hay muertes de COVID.

Existen tratamientos alternativos no tóxicos para la COVID...

—Quizá sea ya innecesario insistir. Otro refuerzo de la nueva enfermedad y de que es tratable, claro.

La inmunidad natural confiere más protección que la inmunidad artificial de las vacunas...

—Aquí lidiamos con la trampa complementaria a la del “contagio” y la Teoría Microbiana. Y es que los “cazadores de microbios” primero se inventaron los ejércitos invasores y luego, llevados por su propia lógica belicista, los ejércitos defensores. Así que la trampa en este caso es desviar la atención enfrentando lo natural con lo artificial pero colando el fondo de la cuestión que es el refuerzo de la idea de “inmunidad”. Consciente de que esto exige mayores explicaciones (y me permito remitir a los interesados al libro que firmamos a medias el doctor Enric Costa y un servidor: Vacunas, una reflexión crítica) me limitaré a decir, a modo de provocación, que no, que no existe el llamado “sistema inmunitario” y que de hecho la “inmunidad” es incompatible con la vida.

Estas vacunas no han sido testadas y autorizadas como las anteriores...

—Quienes esto esgrimen parecen no tener ni idea de algo que se llama “relaciones de poder” y que se materializan en puertas giratorias, en sobornos, en influencia o control de las multinacionales farmacéuticas, en la manipulación permanente de Falsimedia (sí, los medios de falsificación de la realidad y censura de las voces críticas) y en definitiva del control de instituciones públicas por los capataces de los Amos del mundo. Todas las vacunas, todas, son inútiles y peligrosas por la sencilla razón de que carecen de sentido biológico y solo pueden producir y llevan más de un siglo produciendo problemas de salud y muertes. Las de COVID y las de no COVID. Las autorizadas por vía de emergencia y las autorizadas por cualquier otra vía que en definitiva son la vía única de la corrupción, la mentira y el crímen.

Y así sucesivamente...



No vamos a cambiar de paradigma si no cambiamos el lenguaje. Y mientras el debate científico-médico avanza aunque sea a pasos de tortuga, podemos ir por delante con un cambio en el lenguaje, desterrando los conceptos que han marcado los dogmas del último siglo y pico. 

Dejemos de hablar de “infección”, de “contagio”, de “patógenos”, de “defensas”, de “inmunidad”, incluso de “enfermedad”. Comencemos a expandir la cultura del apoyo mutuo en nuestro medio interno, entre nuestras células y nuestras bacterias, y vamos a ir sustituyendo poco a poco la lógica ilógica del exterminio de microbios imprescindibles para la vida por la lógica vital de la cooperación, la búsqueda del equilibrio, la comprensión de los procesos de la vida liberándonos del mecanicismo y recuperando el fluir de lo vivo. 

viernes, 22 de octubre de 2021

¿Son los niños un objetivo clave de la Operación Coronavirus?

Tres elementos claves de la falsa pandemia COVID pueden explicarse, analizarse y, lo que es más importante, combatirse, a partir de descubrimientos cruciales del científico austríaco Wilhelm Reich. Sintetizando, esos descubrimientos son: la importancia vital del contacto madre-bebé y la consideración de que el recién nacido sigue siendo un feto durante al menos un año de su vida ya parido; el fenómeno de psicología social que Reich denominó “plaga emocional”; y el destino de los niños del futuro junto con el papel que debíamos jugar sus padres y abuelos en entregarles las herramientas para que pudieran crear un mundo más armónico y acorde con la vida.


Estos tres descubrimientos y los caminos que abrieron para otros investigadores que fueron desarrollándolos tienen una relación directa y dramática con tres elementos fundamentales de la falsa pandemia COVID, la mayor agresión contra la humanidad que podamos recordar, por la extensión de sus efectos a la práctica totalidad del planeta, por la intensidad de las heridas que está provocando y por la trascendencia de sus consecuencias en múltiples campos de la vida humana.

En primer lugar, el trabajo que Reich desarrolló para estudiar el proceso concepción-embarazo-parto-crianza posteriormente desarrollado por otros autores pone en evidencia el origen de la obediencia, es decir, cómo se consigue que la mayoría de las personas acepten sin rechistar las consignas del poder, no hagan preguntas, no se resistan, no busquen alternativas, no cuestionen absolutamente nada por muy lesivo que pueda resultar para ellos mismos o para sus hijos. 

En segundo lugar, la plaga emocional como biopatía crónica que se implanta en el ser humano desde que nace y se manifiesta a nivel individual y social, cuya energía proviene de la frustración y procura a quien la padece un placer sádico y lo predispone contra la vida y la espontaneidad reaccionando con agresividad a las expresiones naturales, pudiendo adquirir proporciones de pandemia como ya lo hizo en la Alemania nazi de los años treinta del siglo XX, o con la inquisición entre los siglos XV a XVII.

Y finalmente parece obvio que si los niños del futuro están destinados a cambiar el mundo y construir otro más armónico con las herramientas emocionales que les demos quienes hemos sido capaces de atisbar la vida que se mueve más allá de nuestros prejuicios y de la opresión que nos asfixia, es lógico que quienes quieren a toda costa mantener sus privilegios como amos del mundo hayan fijado en ellos sus objetivos de manipulación y terror.

Y esta labor nefanda se está llevando a cabo con especial encarnizamiento en los centros educativos que siempre han sido prisiones pero que ahora se han transformado en prisiones de alta seguridad o campos de concentración. Los equipos directivos han confiado en las autoridades políticas, científicas y médicas pensando quizá que están ahí para protegernos. Además, como responsables de los centros están bajo la autoridad de inspectores y demás responsables en las delegaciones provinciales y en la Consejería de turno en cada comunidad autónoma.

Si hay que obligar a los alumnos a llevar mascarilla, se les obliga; si hay que recortar grupos, dividirlos, impedirles relaciones sociales, la famosa “socialización” esgrimida siempre contra las familias que mucho antes de la “pandemia” decidieron no llevar a sus hijos a las escuelas y educarlos ellos mismos, esa famosa “socialización” que ahora se han convertido en un sueño… si hay que tomar temperaturas sin intimidad, si hay que obligarlos a hacerse test, si hay que ponerlos en cuarentena… se hace, aún a costa de perder la dignidad como educadores.

La pregunta es: ¿en qué momento de esta escalada terrible de medidas demenciales sentiréis que algo no va bien, que esto no es como nos lo cuentan, que estáis cruzando líneas rojas que jamás hubiérais cruzado en otras circunstancias? ¿En qué momento vosotros, cómplices por acción u omisión, os planteareis si todo está justificado? ¿En qué mundo estáis condenando a vivir a vuestros alumnos? ¿Qué valores estáis trasmitiendo y qué consecuencias tendrá este desprecio y pisoteo constante de derechos y libertades y en definitiva, esta deshumanización? ¿Cuándo váis a parar y ejercer eso que se supone que se redacta en los Proyectos de Centro y que se supone que se enseña a los alumnos: el pensamiento crítico, la capacidad de no aceptar afirmaciones porque sí o porque lo dice la autoridad y hacerse preguntas que puedan conducir a otro enfoque, a otra visión, a respuestas menos convencionales pero más cercanas a la verdad?

Es posible que muchos de los que vienen actuando de forma cómplice poniendo más o menos empeño en la represión, en la persecución, en la denuncia, en el acoso de sus compañeros no tuvieran al principio información suficiente para poner en duda este comportamiento que roza lo criminal, pero ha llovido mucho desde que esto comenzó, algunos medios de comunicación independientes y honestos hemos investigado, hemos encontrado respuestas y expuesto la verdad; ha habido muchas manifestaciones en todo el mundo, ha habido declaraciones de científicos y médicos honestos de renombre y prestigio internacional, la información crítica circula por las redes sociales enfrentando la censura y el desprestigio y en muchos países, el nuestro entre ellos, se han llevado a cabo iniciativas para informar directamente a los responsables de los centros detallando incluso los delitos que muy posiblemente estáis cometiendo.

No hay excusa pues. Ya no se puede alegar ignorancia. Y tampoco se puede alegar obediencia debida: cada cual es responsable de sus decisiones. Y es muy posible que muchos terminéis pagando un alto precio.

Tenemos por delante una dura tarea. Y la vamos a cumplir hasta el último aliento.

Jesús García Blanca

viernes, 17 de septiembre de 2021

Una propuesta contra la falsa pandemia COVID


Programa urgente para pasar al ataque
contra los perpetradores de la falsa pandemia COVID

Once more unto the breach, dear friends, once more...
Shakespeare. Henry V


No somos la resistencia
No sabemos quienes somos
ni dónde estamos 
ni cuántos somos
No tenemos miedo
No somos "idiotas"
No somos... 
somos No

Desobedecemos

Y sabemos que un ciclo acaba y otro comienza
Y en ese instante entre ambos, estamos los del No
Para guardar la verdad, 
la semilla del próximo ciclo en el que vivirán nuestros hijos y nietos



J. Publicio. Oratoriae artis epitome, Venecia, 1482.
https://www.diccionariodesimbolos.com/ciclos_ciclologia.htm

Ha llegado el momento de dejar de resistir, de defendernos, de protegernos, de buscar excusas para la dejación porque eso solo les funciona a los "idiotas": nosotros no tenemos excusa porque somos los parias del mundo perfecto y ordenado que Ellos llevan siglos construyendo, somos los fallos en la maquinaria, somos el desecho del mundo feliz, los aguafiestas, los rockeros malditos, los escritores borrachos, los artistas del hambre de Kafka, los de la marca de Caín, los que vivieron en silencio demasiado tiempo, los lobos esteparios, los refugiados de mil batallas... y estamos otra vez en la brecha, amigos, otra vez...

Propongo un programa -o un camino, o un itinerario- a desarrollar con urgencia para que la mayor cantidad posible de personas puedan disponer de los conocimientos necesarios para comprender en profundidad las claves de la agresión contra la humanidad que nos ha deparado el final de este ciclo, y a su vez avanzar, aportar, integrar su propia búsqueda, sus propias respuestas, el resultado de su propio deambular aplicando estas herramientas básicas.

1. CONOCER LAS HERRAMIENTAS DE PODER
y en particular las que operan en el terreno de la salud/educación:
-- Origen del dominio/obediencia: fabricación de "idiotas"
-- Fundamentalismo científico
-- Control/corrupción de FarmaCapital
-- El entramado mediático
-- El entramado sanitario

2. ANALIZAR Y DESMONTAR LOS DOGMAS CIENTÍFICO-MÉDICOS CLAVES:
-- Teoría Microbiana (paranoica y belicista) de la Enfermedad
-- El fin de la Virología y la falsa ingeniería genética
-- Concepto destructivo de salud y sus consecuencias

3. EXPLICAR LOS ENTRESIJOS DE LA FALSA PANDEMIA COVID 
a la luz de estas herramientas y dogmas

4. ELEMENTOS PARA CONSTRUIR/SALVAGUARDAR
conocimientos en el cambio de ciclo
-- Crianza armónica para acabar con el estado de sumisión inconsciente
-- Programa ético-político de Aristóteles: la felicidad y el bien común como objetivo 
-- Otro concepto de salud: otra medicina, otro sistema sanitario, otro concepto de salud pública


jueves, 12 de agosto de 2021

Iatrocidio: la Teoría Microbiana mata y pisotea derechos y libertades


La perversión de la ciencia: una falsa teoría impuesta por el poder es el pretexto para violar derechos y libertades fundamentales y provocar un genocidio iatrogénico


La falsa Teoría Microbiana jamás demostrada pero impuesta sin debate científico desde hace más de un siglo es la base del concepto dominante de salud y por tanto del concepto de salud pública que se utiliza como pretexto en todo el mundo para conculcar derechos y libertades fundamentales, y provocar un genocidio iatrogénico que se extenderá si no lo detenemos a embarazadas, niños y jóvenes.


Compañeros de historia
tomando en cuenta lo implacable
que debe ser la verdad
quisiera preguntar
Me urge tanto
¿Qué debiera decir?
¿Qué fronteras debo respetar?

Silvio Rodríguez




¿Cómo ha sido posible que los gobiernos hayan pisoteado y continúen ignorando y burlándose de todos los derechos fundamentales aprobados en gran parte de los estados de todo el mundo? ¿Cómo es posible que se esté perpetrando un genocidio que comenzó con los ancianos, se ha extendido a toda la población y ahora se va a concentrar en embarazadas, niños y adolescentes en una agresión sin precedentes contra la vida? Y más asombroso aún: ¿Cómo ha sido posible que miles de millones de personas haya aceptado esto sin rechistar e incluso aplaudiendo a sus verdugos y carceleros?

Desde mi punto de vista, para responder a esto hay que abordar una cuestión de fondo y otra más inmediata: la cuestión de fondo y a largo plazo es el proceso de fabricación de ciudadanos obedientes que en algunos artículos he denominado "idiotas", palabra con la que los antiguos helenos designaban a los que no asistían a las asambleas y dejaban las decisiones en manos ajenas. La cuestión inmediata es la denominada Teoría Microbiana de la Enfermedad o Teoría de la Infección. He desarrollado la primera en varios artículos recientes, y aunque habrá que seguir insistiendo y profundizando en ella, quiero ocuparme aquí de la segunda.

No se trata en este caso de desmontar, desmentir, refutar, la Teoría Microbiana de la Enfermedad (TME). Aquí vamos a partir de su falsedad bien establecida en numerosos trabajos cuya lectura recomiendo (ver bibliografía más abajo) y de los que se desprende de forma clara e indudable que nadie la ha demostrado y que no se adoptó tras un debate científico-médico, sino que se impuso por razones de Poder.

Lo que quiero apuntar en este breve texto son las consecuencias de la imposición de esa teoría, sin una pretensión exhaustiva sino más bien de un modo esquemático y con la intención de animar a quienes se sientan sacudidos por estas palabras a profundizar, desarrollar, complementar y en definitiva poner su parte en la lucha contra esta mentira clave que tan crucial y nefando papel juega en el sometimiento de la gente:

La TME ha impuesto una concepción belicista de la biología cuyo producto estrella son los antibióticos, es decir sustancias que bloquean los procesos vitales y matan a los microbios, que son la clave del origen y evolución de la vida y del mantenimiento de la vida misma.

La TME ha provocado un cambio radical en la medicina: hasta la llegada de Louis Pasteur, Robert Koch y otros "cazadores de microbios" la inmensa mayoría de los médicos trataba a sus pacientes de forma individual y artesanal; a partir del triunfo de la TM la minoría de médicos que mantiene esa visión disminuye drásticamente; la inmensa mayoría trabaja de forma industrializada, lo que quiere decir, deshumanizada.

La TME ha trastocado el concepto de enfermedad al culpar de ella fundamentalmente a los microbios, de tal forma que se oculta la relación entre los hábitos y condiciones de vida y los problemas de salud. Además de liberarnos de la responsabilidad en esos problemas se favorece que nos entreguemos a un sistema sanitario corrompido por la industria que nos vende falsos remedios tóxicos contra los cabezas de turco microscópicos a los que cargamos con la culpa.
 
La TME ha impuesto así un concepto de salud basado en la ausencia de enfermedades, en la falsa prevención consistente en adiestrar a nuestras supuestas "defensas" y en el exterminio de los falsos culpables, todo ello con gravísimas consecuencias sobre los procesos vitales y por tanto generador de una auténtica explosión de iatrogenia.

La TME posibilita así que el concepto de salud pública se base fundamentalmente en evitar supuestos contagios lo que conduce inevitablemente a políticas coercitivas basadas en el aislamiento o encierro de personas, control de movimientos, de situaciones que impliquen contacto social, imposición de medidas arbitrariamente consideradas "higiénicas" o llegado el caso, imposición por la fuerza de tratamientos o de medidas supuestamente preventivas, fundamentalmente campañas de vacunación.

La imposición de la Teoría Microbiana es pues un elemento clave en el marco de un proceso de desarrollo del totalitarismo sanitario que culmina con la actual Operación Coronavirus que a su vez se ha convertido de modo traumático y brutal en una especie de reforzamiento definitivo de la propis TME y en una estrategia de Poder eugenista, desatando un Iatrocidio que puede crecer exponencialmente si no hacemos algo definitivo para pararlo.

Ese proceso ha venido marcado por la invasión de la medicina de campos vitales que en principio no le corresponden, y que abarcan el arco completo de la vida y la muerte, jugando un papel clave en la producción de ciudadanos obedientes: la medicalización del embarazo, el parto y la crianza, y la separación de las criaturas creando un trauma que perpetúa el estado de sumisión inconsciente que permite el ejercicio del Poder.

Además, ese proceso se ha visto reforzado por el desprecio de la ética médica, los códigos deontológicos y los acuerdos de bioética a todos los niveles; el control que los Colegios Médicos ejercen sobre los profesionales amenazándolos o tomando represalias contra quienes deciden ser honestos y plantar cara; la omnipotente influencia de la industria farmacéutica, el fundamentalismo científico que corroe la verdadera ciencia; la corrupción de las instituciones cientifico-médicas con la OMS a la cabeza; el control y la manipulación de la información, tanto la especializada en las revistas científicas como la general en los medios de masas presididos por la censura; el abandono total de la responsabilidad y la autonomía del ciudadano de a pie sustituido por una fe ciega en dogmas que no comprende ni quiere comprender en un abismo de deshumanización que lo convierte en un ser esquizoide que lucha contra sí mismo, obedece ordenes absurdas y colabora con un genocidio programado por el Poder.

Negar es decir NO. Decir NO es desobedecer el SÍ del Poder. 
Se niega para vivir. El Poder es la muerte.
Proteger a nuestros hijos y nietos es proteger la vida


PACK NEGACIONISTA BÁSICO

Wilhelm Reich. Psicología de Masas del Fascismo (Roca, 1972).
Ryke Geerd Hamer. El Testamento de la Nueva Medicina (Plural-21).
Máximo Sandín. Pensando la Evolución, pensando la vida (Cauac, 2019).
Enric Costa Vercher. Iatrogenia. La Medicina de la Bestia (Cauac, 2020).
Jesús García Blanca. La Sanidad contra la Salud (iediciones, 2015), Vacunas: una reflexión crítica (co escrito con Enric Costa, iediciones, 2015), Wilhelm Reich, inspirador de rebeldía (Cauac, 2020).
Varios Autores. Discovery DSalud, números 235, marzo 2020 a 250, julio 2021 (por ahora).



viernes, 6 de agosto de 2021

Negatopía. La República de los que Niegan



 

Negatopia Negatopie Negatopi Negatopiya

La república física mental espiritual de los que niegan

Jesús García Blanca


QUÉ ES NEGAR

Negar es decir NO. Decir NO es desobedecer el SÍ del Poder.

QUÉ SE NIEGA

Se niega cualquier cosa que ordene el Poder a través de sus múltiples engranajes y en particular, en el momento presente, cualquier cosa que se proponga como dogma científico.

POR QUÉ SE NIEGA

Se niega porque a pesar de la maldad absoluta de los que mandan, a pesar de la agresión contra las criaturas —que es una agresión contra la vida y un instrumento de sometimiento que se marca a fuego en el inconsciente individual y colectivo— la vida se abre paso y dice NO, que es un hacer contra.

CÓMO SE NIEGA

El NO sale de muy adentro. Puede ser intuitivo, puede ser el rescoldo de algo que nos quema contra los discursos del Poder. Puede ser en fin un largo y duro aprendizaje contra las herramientas fabricadas por los sicarios, ejecutores, capataces, que han entregado su corazón a los de Arriba para vivir en un permanente acto de violencia, engaño, manipulación y crimen… una espiral que durará hasta el final definitivo del Kali Yuga y el comienzo de un nuevo ciclo.

PARA QUÉ SE NIEGA

Se niega para vivir. El Poder es la Muerte. Toda negación a las órdenes del Poder es una lucha por la Vida.

QUIÉN NIEGA

Niegan espontáneamente las criaturas recién paridas. Niegan los niños y las niñas aún no totalmente sometidos. Niegan los jóvenes sin saber muy bien por qué pero sabiendo muy bien por qué no. Y niegan todos los que han logrado abrir los ojos a pesar de la terrible máquinaria de fabricación de ciudadanos obedientes acríticos indolentes puesta en marcha y mejorada constantemente por el Poder

Abre los ojos y súmate a Negatopía.

viernes, 4 de junio de 2021

La última entrevista (Valeria para la contrainformación)

Jesús García Blanca es escritor e investigador independiente. Desde 1994 su actividad se centra en el terreno de la salud, analizando los mecanismos de poder motivado por su conciencia política y personal, integrando una visión crítica y la lucha política contra el modelo médico hegemónico y a favor de la autogestión de la salud.

Ha colaborado con medios de contrainformación digitales y en papel como Cadizrebelde, La Haine, Insurgente, Rebelión, Sumendi, Ekintza Zuzena y otras revistas divulgativas en materia de salud. Ha formado parte del equipo didáctico de la Escuela Española de Terapia Reichiana impartiendo cursos de Ecología de Sistemas Humanos.

Es autor de los libros El Rapto de Higea (Virus 2010), La Sanidad contra la Salud (iEdiciones 2015), Vacunas: una reflexión crítica (iEdiciones 2016; en colaboración con el doctor Enric Costa), publicado en catalán por Llibres de LÍndex; Wilhelm Reich: inspirador de rebeldía (Cauac, 2017) publicado en italiano y francés por Macroediciones, y Fake News: la Manipolazione delle notizie (MacroEbooks, 2019).

Ha colaborado también en dos libros colectivos para Ilusionismo Social, coordinados por Javier Encina y editados por Volapuk: Autogestión cotidiana de la Salud y Educación sin Propiedad.

Actualmente escribe en la revista Discovery DSalud y administra el blog Salud y Poder




SOBRE SUS BASES

Bueno Jesús, por tu recorrido podemos ver que tienes una visión crítica en el terreno de la Salud. Para entender desde qué perspectiva has enfocado este tema, ¿podrías contarnos cuales son las bases políticas y filosóficas que te han permitido observar e identificar las estructuras de poder en distintos terrenos?¿Cuándo comienzas a interesarte, a entrar en contacto y empatizar o identificarte con ellas?

Hay dos momentos claves en mi vida que con el tiempo he identificado como responsables directos de los líos en que me meto desde hace decenios: uno fue mi primera clase de filosofía; el otro, el día que pasé por la puerta de un amplio local lleno de libros y entré a curiosear: era la biblioteca de la CNT de mi pueblo. Los filósofos helenos —presocráticos, sofistas, el mismo Sócrates, Platón, Aristóteles— se convirtieron en una herramienta para resistir contra un mundo que siempre había intuido feo, especialmente a partir de ciertas lecturas, con el Demian de Hesse a la cabeza. Y las charlas con dos viejos ex combatientes anarquistas que me prestaron un buen montón de libros radicales allá por 1977 —a mis 17 añitos— fueron una iniciación a la rebeldía que me ha traído aquí, a donde estoy ahora, a esta lucha permanente, contradictoria, terrible, esperanzadora… en fin, al teclado del ordenador que es mi arma, mi psicoterapia y mi herramienta ética.

Cuéntanos un poquito: ¿cómo y cuándo aplicas esas ideas a acciones políticas concretas? 

Durante años, no hice nada. Quiero decir como activista, en el sentido habitual que se le da a esa palabra. Me dediqué a leer: ese podría ser el resumen: leer. Y también leer. Y leer. Ciencia-ficción, filosofía, política, todo lo que pude devorar de escritores centro y sur americanos, y luego al hilo de mis estudios de magisterio, psicología, psiquiatría, pedagogía, antropología… una amalgama de textos que fui recorriendo sin orden ni concierto, a base de intuición, dejándome llevar por impulsos, por la curiosidad intelectual, por una sed insaciable de aprender. 

En fin, el momento de poner los pies en tierra llegó en 1999, cuando el partido creado por Jesús Gil se presentó a las elecciones municipales de La Línea y obtuvo una mayoría mega absoluta con 21 de 25 concejales creo recordar. De inmediato montaron una máquina de corrupción que les permitió saquear el ayuntamiento en poco tiempo, y paralelamente —y siguiendo el modelo de Marbella o Estepona— una serie de unidades represivas dentro de la policía local que a cambio de sobresueldos implantó el terror en las calles: palizas, ataques con perros, detenciones ilegales, amenazas… durante al menos dos años la acción política se tradujo en una batalla por los derechos más elementales y la denuncia de los malos tratos policiales contra todo el que no comulgara con el régimen instaurado. Los partidos convencionales, PP, PSOE, PA prácticamente desaparecieron de la escena. A mí vinieron a buscarme para que me pusiera al frente de la agrupación local de IU como independiente y logré aglutinar la oposición en la calle y ganarme la confianza de algunas personas honestas: empleados del ayuntamiento, sindicalistas, asociaciones de vecinos… para organizar la respuesta contra la jauría y denunciar públicamente sus abusos. 

¿Cuánto tiempo estuvo el GIL gobernando?

La etapa que comento duró dos años, luego se metieron en el PP y siguieron gobernando desde ahí. Pero esos dos primeros años fueron terribles para el pueblo y para mí y para unos pocos militantes que me echaron una mano: entregué todo mi tiempo y energía a la calle, a la gente, a organizar o participar en movilizaciones, a apariciones diarias en los medios, a reuniones con afectados por esto o por aquello, a revisar cada decisión del gobierno local y contestar a casi cada documento, cada declaración, cada provocación, cada agresión. Después logramos aplacar un poco la situación, que la corrupción comenzara a investigarse, e incluso pusimos en marcha un Foro contra los malos tratos y logramos la intervención del Defensor del Pueblo andaluz. Pasado lo peor decidí marcharme: no me veía como concejal debatiendo el PGOU. Y por otra parte, ya no caminaba tranquilo por la calle: o me buscaban para pedirme que les solucionara problemas o para acusarme de causarlos. 

Desde tu posición y consciencia política, ¿qué es lo que te motivó a investigar las estructuras de poder en uno de los terrenos más complejos y menos analizados como es el de la Salud?

Habían sido también dos acontecimientos claves en mi vida los que me habían llevado al terreno de la salud antes incluso de mi aventura contra el GIL. Por un lado conocer y empezar a compartir mi vida con mi actual compañera allá por 1989; ella fue la que me descubrió la revista Integral y una visión radicalmente diferente de la salud, la enfermedad y la medicina. Y por otro lado, el nacimiento de nuestra primera hija, que nos sacudió con la urgencia de decidir cómo aplicar nuestras convicciones educativas, y sobre crianza y salud que hasta ahora habían sido teóricas. 

Esas decisiones, esos retos, me llevaron también a profundizar en el análisis de dos territorios entrelazados: la salud y la educación, y por supuesto que lo hice con mis herramientas, con mi visión social, política, filosófica… Pero una vez más hacía falta algo que me sacudiera de forma concreta, y ese algo fue el Montaje SIDA que se coló en mi vida en 1993 cuando los chavales a los que daba clases en el centro de adultos de Guadix me propusieron investigar ese tema. Buscando información y bibliografía, me topé, en la librería Urbano de Granada con el libro SIDA: Juicio a un virus inocente, del doctor Enric Costa Vercher y mientras lo devoraba iba comprobando cómo todo encajaba: mi visión de la salud, mi concepción de la sociedad, y mi convencimiento de que las estructuras de poder determinan, no solo la economía y la política, sino todo ese terreno inexplorado de la salud, la enfermedad, la educación, la sociología de masas, el ecologismo…

Desde ese momento, te dedicas a investigar en profundidad estas cuestiones y la relación con los intereses políticos y económicos que expones y analizas en tu libro El Rapto de Higea publicado en 2010…

Primero pasé una etapa de casi tres años escribiendo para medios de contrainformación, haciendo análisis socio-político pero empezando ya a tocar temas relacionados con la educación, con la ecología, con la salud… todo un aprendizaje, tanto de la realidad socio-política-económica, como de la tarea de comunicador en esos terrenos tan complejos. En esa época, muy poco después de leer el libro de Enric Costa, conocí a Lluís Botinas, responsable de la Asociación COBRA, actualmente Plural-21, que estaba librando una batalla casi en solitario para aportar información crítica contra el Montaje SIDA, y decidí implicarme directamente. 

De hecho, desde el principio enfoqué ese montaje como una maquinaria de producir terror, dinero y efectos de poder, y me sirvió como paradigma de todos los elementos claves para estudiar esos mecanismos de poder que se despliegan en ese territorio que incluye como elementos básicos salud humana, salud del planeta, crianza y educación. Ese fue efectivamente el meollo de mi primer libro, El rapto de Higea que, de hecho se subtitulaba Mecanismos de poder en el terreno de la salud y la enfermedad, y que escribí hacia 2008 recogiendo todo lo que había aprendido y reflexionado en esos quince años, desde un enfoque que hasta el momento no había visto en ningún investigador y que me parecía necesario aportar a la lucha antiimperialista.


PORTADA EL RAPTO DE HIGEA


ESTRUCTURAS Y MECANISMOS DE PODER SANITARIOS

Entremos en materia… Desde tu experiencia, ¿podrías explicarnos cuales son esas estructuras de poder que explicas en tu libro y cómo se han ido aplicando?

Esquemáticamente digamos que hay varios entramados de poder superpuestos o interrelacionados entre los que destaco el educativo, el sanitario y el mediático. Los dos primeros se entrecruzan constantemente y el tercero es como una actualización del programa de idiotización implantado al nacer. Pero la cosa empieza antes. Hay que leer a Wilhelm Reich para comprenderlo en toda su profundidad. Pero dicho así, a ritmo de entrevista: todo el proceso de concepción-embarazo-parto-crianza es el comienzo; es la clave de fabricación de ciudadanos sumisos, indolentes, acríticos, obedientes… eso que comúnmente se llama borregos y que Reich denominaba “esclavos de no importa quien”.

A partir de ahí, yo me he dedicado a estudiar esos “dispositivos” como los llamaba Foucault, y ponerlos en un esquema comprensible que voy corrigiendo constantemente, complementando, precisando —un poco al estilo de esos murales que hacen los detectives en las series con fotografías, chinchetas y marcas de rotulador. Y ahí tenemos una flecha roja que apunta a Falsimedia, a los grandes medios de manipulación de masas, que hacen como que se pelean pero que en realidad sirven al mismo dueño; y otra flecha roja conduce al entramado educativo —que conozco de primera mano por mi profesión—: guarderías, escuelas, institutos, universidad… centros de reclusión y refinamiento de la castración emocional e intelectual; y finalmente, otra flecha roja para el entramado sanitario, al que más tiempo y esfuerzo he dedicado y que conecta el gran capital con lo que denomino el Dispositivo Sanitario Imperial: las agencias sanitarias estadounidenses militarizadas, universidades, y toda clase de organismos privados y públicos nacionales e internacionales incluyendo la propia OMS, que no es en absoluto una institución pública independiente, sino que está financiada en más de un 80% por esos grupos de poder incluyendo las farmacéuticas.

¿A que te refieres con agencias sanitarias estadounidenses militarizadas?¿Es una forma de hablar? ¿Puedes detallarnos un poco todo ese entramado?

No, no es una forma de hablar, es literalmente así: el sistema sanitario estadounidense se creó en 1798 a partir de un servicio de hospitalización de la Marina y aún ahora su máximo responsable y portavoz principal para asuntos de salud pública es un militar de alta graduación, actualmente el Vice Almirante Jerome Adams. De las once agencias del Departamento de Salud, hay que centrar la atención en tres: la FDA, los NIH y los CDC. La primera es la que autoriza alimentos y medicamentos que fue la responsable de la persecución de Wilhelm Reich en los cincuenta y ha sido durante decenios la que ha perseguido a los practicantes de medicinas naturales en EEUU; los Institutos Nacional de Salud constituyen el brazo investigador, y los CDC Centros para el Control de Enfermedades— son la agencia clave de control internacional: definen las enfermedades, los criterios de diagnósticos y los protocolos de tratamiento o prevención y los exportan a todo el planeta, independientemente del color político de los gobiernos o de las relaciones políticas o económicas que puedan tener con los EEUU. La herramienta para esto es el EIS, Servicio de Inteligencia de Epidemias, aunque ellos se autodenominan “detectives de enfermedades” que a través de un programa de entrenamiento epidemiológico denominado TEPHINET extiende su influencia a 165 países incluyendo toda Europa y por supuesto el Estado español a través del Instituto Carlos III. Los CDC/EIS tienen agentes ubicados en medios de comunicación, agencias gubernamentales, ministerios de sanidad, universidades y escuelas de medicina y toda clase de centros de decisión a todos los niveles importantes. En 2005, se creó la división europea de los CDC del que es miembro como coordinador nacional Fernando Simón.

Y a partir de ahí, influencia o control de la formación, la información general y la especializada, la investigación, la aprobación de fármacos y vacunas, las sociedades científicas, las asociaciones de pacientes, las ONGs, los colegios médicos… a través de financiación con fundaciones filantrópicas como disfraz, las puertas giratorias, las campañas electorales, las donaciones, los lobbies en instituciones claves, la censura, el “ghostwriting” (en el que los expertos de renombre firman artículos que escriben los propios laboratorios), la manipulación, las campañas de descrédito de rebeldes, las cláusulas de confidencialidad o las campañas de terror en momentos claves como el fallido montaje de la Gripe A, la falsa pandemia de Ébola o el escándalo de las “vacas locas”, por poner ejemplos recientes. 



PRESENTACIÓN EN LA LIBRERÍA LA MALATESTA
MÁXIMO SANDÍN Y MIGUEL JARA


REACCIONES

Interesante la realidad que expones. Supongo que tu trabajo ha sido un ataque directo a todo ese entramado. ¿En qué espacios ha tenido aceptación la exposición de lo que planteas?

Decía San Agustín que desenmascarar al demonio es vencerlo. Así que, claro, el mero hecho de exponer las ideas en el libro ya causó cierto impacto, tanto en quienes compartían esas ideas como sobre todo en quienes me consideraban algo peor que un hereje, un pseudocientífico oportunista terraplanista magufo… Con todo, y teniendo en cuenta la crudeza y radicalidad de los planteamientos del libro, tengo que decir que me sorprendió la buena acogida que tuvo, no solo en sectores críticos gracias a las presentaciones que organizó la editorial Virus en los círculos anarquistas habituales en la difusión de sus libros, incluyendo la librería Malatesta en Madrid o la Feria del Libro Anarquista de Valencia, sino en otros mucho más conservadores, como la Universidad de Sevilla —que me invitó a presentarlo en unas Jornadas sobre Filosofía y Medicina— o en el ámbito de las terapias alternativas, un colectivo interesante por su critica a la farmacología moderna, pero muy despolitizado y que hasta ese momento no había abordado las relaciones de poder subyacentes en el modelo médico dominante. Por otra parte, el profesor Máximo Sandín, uno de mis autores de referencia me presentó el libro en la Malatesta —junto al periodista Miguel Jara— e incluso me confesó que lo estaba utilizando en sus clases en la Universidad Autónoma. Y noticias similares me llegaron de la Universidad de las Madres de Mayo en Argentina. Poco a poco el libro fue calando en estos y otros ámbitos y aparecieron entrevistas, presentaciones o reseñas en Rebelión, en Insurgente, en Kaos en la Red y otros muchos medios de contrainformación, antifascistas o anarquistas.

¿Y qué reacción hubo, sobre todo desde el campo científico-medico, hacia este libro?

Bueno, si te atreves a meterte con los malos, qué puedes esperar? Obviamente, el Imperio contraataca. Y lo hace precisamente echando mano de esas herramientas que yo había descrito en el libro. Así que, paradójicamente, acabaron confirmando mis tesis. Una por una. Y tengo que decir que esos ataques beneficiaron el libro y su mensaje al menos por dos caminos: por una parte, y puesto que las “críticas” fueron en su mayoría descalificaciones, desprecio, insultos… pusieron en evidencia la falta de argumentos de quienes atacaban el libro; pero por otra, en las escasas ocasiones en que alguien entraba a argumentar fue quedando una y otra vez claro que esos argumentos eran perfectamente rebatibles, me daban la oportunidad incluso de profundizar y precisar lo que exponía en el libro, y de paso también revelaban que quienes me agredían eran en su mayoría personas profesionalmente o personalmente implicadas en el montaje: médicos que llevaban muchos años repartiendo condenas de muerte basadas en falsos test, o recetando productos tóxicos a personas sanas, a mujeres embarazadas, a pacientes aterrorizados.

¿Algún caso notorio en concreto? 

Sí que hubo un caso concreto de ataque frontal pidiendo a la editorial la retirada del libro o al menos del capitulo dedicado al SIDA proveniente de alguien que se presentaba como médico que trabajaba con enfermos de SIDA y lector habitual de los libros de Virus. Resumiendo una historia que duró meses (y que se puede leer en detalle en mi blog junto con todos los documentos generados), la editorial intentó montar un debate al que el médico se negó. La editorial pidió entonces al médico que me hiciera una serie de preguntas por escrito para que yo las contestara iniciando así un intercambio que nos comprometimos a mantener en privado a petición del propio médico. En un determinado momento, cuando comprobó que no tenía respuestas para mis argumentos y que yo había refutado rigurosamente los suyos, el médico que para entonces firmaba como Grupo Eliza, hizo públicas sus críticas sin incluir mis respuestas y yo me sentí libre entonces de hacer lo mismo. Ahí está el material para que cada cual pueda juzgar. Por supuesto que el libro no se retiró. Todo lo contrario, otra editorial —Ediciones i— me pidió hacer una nueva edición en 2015 que aproveché para actualizar y complementar con nuevas reflexiones, datos, noticias y bibliografía, y que titulé La Sanidad contra la Salud: una mirada global para la autogestión.



PORTADA LA SANIDAD CONTRA LA SALUD


VISIBILIZACIÓN Y CONSECUENCIAS EN UN TERRENO DESCONOCIDO

Desde entonces han pasado 10 años en los que continuas en activo investigando, reflexionando, escribiendo, publicando e informando. Desde tu punto de vista, ¿cómo se han desarrollado esos mecanismos en este periodo de tiempo?

Los mecanismos que estudié hace diez años están en plena forma. No solo eso, se han sofisticado exponencialmente debido a las nuevas tecnologías y quizá a que la sed de control y dominio del entramado imperialista también ha ido creciendo insaciablemente, y en fin, por qué no, debido también a que la gran masa ciudadana se ha hecho cada vez más dócil, más indulgente, más acrítica… en definitiva, más robotizada e integrada en la gran maquinaria del poder. El estado y el capital saben perfectamente lo que quieren y llevan miles de años adaptando sus armas para conseguir sus objetivos. Armas para domesticar y aterrorizar a la mayoría y armas para combatir, reprimir, aniquilar, a las minorías críticas. Y tras eso una falta absoluta de moralidad que les permite con la misma falta de escrúpulos retirar videos de YouTube o bombardear población civil con uranio empobrecido: es exactamente lo mismo para ellos: son medios para conseguir sus fines. Y paralelamente despliegan el discurso hipócrita sobre ese mundo feliz —que profetizó Aldous Huxley, que por cierto era médico— que dicen estar construyendo permanentemente para nuestro bienestar y tranquilidad. Por eso es tan importante rescatar las ideologías y politizar los problemas claves de la humanidad y separar las ideologías de banderas, partidos, etiquetas y clichés baratos para manipular. Creo urgente e ineludible un debate clarificador sobre todo esto.

¿Crees entonces que incluso la gente que pertenece o se desenvuelve en círculos libertarios y es critica en otros terrenos, posicionándose en contra del estado y la industria, caen en 'la trampa" por confiar en la ciencia?

Me temo que así es. Por mucho que nos duela hay que reconocer que al menos una parte de esos colectivos ha caído en la misma trampa que el resto de la población, solo que en su caso me parece mucho más grave… y más doloroso. Al menos para quienes esperábamos contar con alianzas en esos colectivos, llevar una lucha común. Te imaginarás lo duro que ha sido que quienes consideras tu gente te ataque incluso públicamente con las armas del enemigo. Y efectivamente, tal y como dices, el vehículo clave ha sido el desarrollo, especialmente en estos últimos años, de lo que Emmanuel Lizcano llama “fundamentalismo científico” con la proliferación de grupúsculos que ha reunido a falsos escépticos, resentidos, aburridos, manipuladores, y algún que otro profesorcillo o científico frustrado a los que se ha dado pábulo desde ciertos medios de comunicación y por supuesto con el apoyo de laboratorios farmacéuticos, organizaciones privadas o instituciones públicas. 

¿QuÉ te lleva a acusar a los fundamentalistas científicos?

Esta gente atribuye a la ciencia el estatus de una religión poseedora de la verdad absoluta fuera de la cual no existe salvación. Para ellos, la ciencia es la única vara de medir, el único camino al conocimiento, y se consideran soldados en una guerra santa; su vocabulario y su discurso, incluso su visión de la realidad, son paranóicos e impregnados de intolerancia, fanatismo, etnocentrismo científico y fascismo subyacente. No es que sean un peligro para los críticos, lo son en primer lugar para la propia ciencia a la que dicen defender ya que pisotean sus principios fundamentales basados en el debate y la confrontación de argumentos e hipótesis. Además acuden a las tácticas más ruines, denunciando y ultrajando públicamente a personas honestas o incluso utilizando muertes que ellos achacan a lo que denominan “pseudociencias” y que no son si no terapias naturales, alternativas o tradicionales a las que combaten al servicio de la farmafia.



PRESENTACIÓN LA SANIDAD CONTRA LA SALUD FERÍA DEL LIBRO ANARQUISTA 2015
CENTRO SOCIAL OKUPADO ANDANZA (SEVILLA)


REFLEXIÓN Y DUDA

Con todo lo que nos cuentas, apreciamos que investigas y analizas el terreno de la salud desde tus convicciones políticas ¿No supondría esto politizar la ciencia?

Por supuesto. Es que mi objetivo ha sido ese desde el principio. Pero para que se entienda esto, aclaro que hay que distinguir dos formas de lo que habitualmente llamamos “politizar”. Una se refiere a los partidos políticos. De manera que lo que se está diciendo cuando se pide no politizar la sanidad, por ejemplo, es no gestionarla en beneficio de tal o cual partido político, que los diferentes partidos de gobierno y oposición no utilicen la sanidad para su batalla política por el poder. 

Pero hay otra forma de verlo que consiste en hacer visibles las relaciones de poder en el terreno de la sanidad, no de los partidos políticos de tal o cual estado, sino de estructuras globales de poder que impulsaron la llamada globalización o el neoliberalismo, que no son sino formas de referirse al capitalismo puro y duro, lo que haga falta para seguir disfrutando de sus privilegios a costa de la inmensa mayoría de la población. Y esos grupos que representan el capital global son los que condicionan e incluso controlan —a través de fundaciones filantrópicas o de supuestos proyectos para el desarrollo, no solo la economía, el negocio del dinero por el dinero o las políticas que les permiten hacer las leyes a su medida, sino, en el terreno que analizamos aquí, los sistemas sanitarios, el modelo médico hegemónico y, en última instancia, el concepto de salud y enfermedad que tiene la gente, no solo la gente de a pie, sino los propios médicos. No es posible comprender el fenómeno global de la salud sin conocer estas relaciones de poder. 

Para verlo de forma clara con un ejemplo: que el cuidado de la salud se haya transformado en un consumo incesante de productos con un enorme potencial tóxico no es algo que se haya decidido en un debate científico-médico objetivo por parte de expertos independientes y honestos; este modelo se ha impuesto por la influencia del capitalismo farmacrático que controla las agencias de regulación que deben autorizar los fármacos, llevan a cabo sus propios ensayos clínicos, publican los artículos en revistas que dominan a base de financiación y con presencia en sus consejos editoriales y cuyos tentáculos alcanzan incluso el terreno académico influyendo en la formación de los profesionales sanitarios, en las asociaciones científicas, en los colegios médicos y por supuesto en los grandes medios de masas que perpetúan ese modelo de actuación basado en la farmacología. Desde mi punto de vista, politizar la salud, la educación, la ecología… significa analizar las relaciones de poder que condicionan estos asuntos para poder luchar contra ellas y devolver a la gente la capacidad de autogestión.

¿No deberían ser cuestiones separadas, independientemente de la ideología política, por la naturaleza de la ciencia misma y con el fin de evitar la difamación o el ocultamiento de la evidencia científica?

En un mundo ideal, en una sociedad verdaderamente libre de relaciones de poder quizá sí. Pero vivimos en un mundo feo. Y la ciencia no se libra. O mejor dicho, los científicos no se libran. Claro que la mejor forma de ejercer ese poder es ocultarlo, hacerlo invisible, y qué mejor forma de conseguir esto que apelar a la “objetividad” de la ciencia o hablar de “la comunidad científica” como si todos los científicos estuvieran agrupados trabajando honestamente por el bien de la humanidad. Lo cierto es que la ciencia está en manos de unos pocos centros de decisión que además trabajan a favor del capital y de los grupos de poder globales. Del mismo modo que quienes quieren acabar con la politización en realidad lo que hacen es imponer el totalitarismo, los que pretenden liberar a la ciencia de supuestas influencias ideológicas lo que hacen es convertir a la ciencia misma en ideología, en una maquinaria al servicio del control y del gran capital. 

Si asumimos esto que expones, se entiende que no podríamos confiar en los argumentos que nos proporcionan los organismos oficiales en cuanto a materia científica y sanitaria ¿de quién tendríamos que fiarnos entonces?¿De ti, o hay profesionales en el campo de la Salud o en otros campos que compartan tu visión?

Bueno, yo soy de letras, así que llevo todo este tiempo apoyándome y aprendiendo con gente crítica en todos los campos relacionados con lo que investigo y analizo: médicos, terapeutas, biólogos, microbiólogos, virólogos, genetistas, científicos e investigadores, periodistas, abogados, activistas y por supuesto gente de a pie que se ha replanteado las mismas cosas que yo aunque haya llegado a diferentes respuestas. Es cierto que son una minoría, pero en la guerra global en la que estamos inmersos, el número no importa. Yo soy consciente de que me dirijo a unos pocos. Las mayorías están integradas en el engranaje que vengo comentando, bien como cómplices activos, bien como colaboradores inconscientes, bien como víctimas atrapadas sin remedio.

¿Por qué no conocemos a esta gente?¿Sufrís consecuencias lxs que criticáis este modelo establecido y os posicionáis en contra de la ciencia dogmática?

Digamos que la consecuencia primera e ineludible es verte solo. Es duro; es triste; es desalentador a veces. Pero es que no puedes esperar otra cosa cuando te enfrentas a los engranajes del poder. Y lo sabes. O deberías saberlo. Y si no lo sabes cuando empiezas, lo aprendes rápidamente. Claro que nosotros somos meramente activistas, periodistas, analistas teóricos de una realidad que queremos combatir y cambiar. La peor parte se la llevan, en este campo al menos, que es el que conozco a fondo, los expertos rebeldes, los científicos honestos que no se pliegan a las exigencias de los grandes laboratorios y las empresas transnacionales de biotecnología o alimentación, los médicos que de verdad se preocupan por sus pacientes y denuncian los abusos, las mentiras, la manipulación y el daño que la industria farmacéutica viene causando a la salud de generaciones.

¿Conoces algún caso en concreto de lo que planteas? 

Te pondré un ejemplo concreto suficientemente revelador de cómo funcionan estos mecanismos cuando alguien hace lo que no debe. En 1998, el cirujano y gstroenterólogo Andrew Wakefield publicó en The Lancet —una de las cinco revistas científico-médicas de mayor prestigio— un artículo en el que apuntaba una posible conexión entre la vacuna triple vírica con ciertos desordenes mitocondriales, inflamación intestinal y autismo. Inmediatamente saltaron las alarmas y la maquinaria del poder se puso en marcha para aplastarlo: en el curso de una reunión cuasi secreta, los CDC, la FDA y la industria farmacéutica diseñaron la agenda para los próximos pasos a seguir; básicamente: ocultar pruebas, falsificar documentos y estudios, y acabar con la disidencia. Comienza entonces, con la complicidad del Sunday Times y el British Medical Journal una campaña de descrédito contra Wakefield empezando por la retirada de su artículo y la traición de todos los miembros de su equipo excepto el profesor John Walker-Smith. Ambos fueron acusados de haber falsificado informes para su artículo y de querer lucrarse con una vacuna propia entre otras falsedades y que terminó con la retirada de sus licencias para ejercer la medicina y la marcha de Wakefield a Estados Unidos. Hasta ahí lo que cuentan quienes consciente o inconscientemente le hacen el juego a los laboratorios y al entramado de poder que se cargó a Wakefield. Lo que no cuentan es que numeroso estudios posteriores han confirmado los hallazgos de Wakefield ni que el profesor Walker-Smith, que continúo hasta el final la apelación de la sentencia que los condenó a ambos, ganó finalmente años después al demostrar que se habían producido falsos testimonios de testigos claves. Es solo un ejemplo. Podría contar decenas de ellos: presiones, amenazas, retirada de subvenciones, desprestigio, ostracismo… 



PORTADA VACUNAS: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA
(CO AUTOR: DR. ENRIC COSTA VERCHER)


CONCLUSIONES

Si el panorama está como lo cuentas ¿Consideras pues, esta labor como una lucha?

Desobedecer es una lucha. Una guerra de guerrillas contra el imperio. Yo escribo desobedeciendo, así, en gerundio, que significa para mí que estoy en ello, que estoy viviendo, sintiendo, pensando, analizando, escribiendo y desobedeciendo. Y a quién se desobedece? Pues está muy claro: a los que mandan. Y por qué? Pues porque no están legitimados para mandar; nadie lo está. Los que mandan, mandan por la tremenda. Y para mí es un imperativo ético oponerse a ellos… ya lo era cuando menos desde el Critón de Platón. Así que para no enrollarme… sí, considero que esta labor es una lucha.

Y desde tu punto de vista ¿Formaría parte también de la lucha anticapitalista o antifascista?

Por su misma esencia, la lucha anticapitalista y antifascista son luchas contra el poder, contra el poder del dinero y del estado, estado y capital que, como repetía el maestro García Calvo, son una misma cosa. En última instancia, toda lucha contra el poder es una lucha contra el capital, contra el fascismo, contra cualquier clase de totalitarismo, venga de dónde venga y utilice los disfraces que sea, cambiantes para cada época o circunstancia. En estos momentos, la ciencia se está utilizando como creadora de discurso de verdad; así lo denunciaba Tomás Ibáñez. Y la “verdad” es la mentira del sistema, que controla los procesos de producción y comunicación de los discursos. Así que solo produciendo a contracorriente, creando contra la “verdad” ponemos en marcha un auténtico proceso de transformación social, político y económico. Por eso hay que combatir a la ciencia, no para destruir el conocimiento científico —como pretenden los fundamentalistas científicos que nos acusan de herejes— sino para luchar contra los dispositivos de sumisión y de fabricación de “verdades”. 

Con el tiempo, energía y esfuerzo que has invertido en tu trabajo, desde tu experiencia y visión crítica, ¿qué te exiges a ti mismo como investigador?¿En qué te apoyas para comprobar si cualquier información es fiable o no?

Es un tema complejo y sutil. Si tuviera que buscar una sola palabra, diría que la honestidad, que me baso en la honestidad, pero claro eso no es un criterio objetivo. Claro que la objetividad es también otra trampa. No somos objetos, sino sujetos. Y como tales, subjetivos, o lo que es lo mismo: humanos. Un famoso periodista decía: “sigue el dinero”. Yo prefiero decir: “sigue el poder”. Así sabes no solo quién te dice las cosas, sino al servicio de quién y con qué objetivos. No es fácil moverse en este mundo empantanado y lleno de contradicciones y mentiras. Yo me exijo rigor. Y no escatimo esfuerzo para ello. Esfuerzo y tiempo y energía. Y cuando busco referencias y fuentes me dejo guiar por eso mismo que me autoexijo: el rigor, la independencia, la honestidad, el descontento que te lleva a revisar una y otra vez lo que has hecho, a buscarte los fallos, a comprobar si puedes refutarte a ti mismo. Con el tiempo, se identifican fuentes, procedimientos; se reúnen y perfeccionan herramientas para diseccionar al modo de los forenses, o se aprenden, como diría Foucault, técnicas arqueológicas, escarbando por capas, con exquisito cuidado de no romper nada que pueda ser significativo o revelador. 

Creo que dejas clara tu visión y experiencia en este terreno de la Salud. Pero en la actualidad, ¿cómo te posicionas en cuanto a lo que está ocurriendo?

Mi posición es muy clara y la he planteado públicamente desde el principio de este montaje criminal: estamos ante una falsa pandemia, fabricada por los que llevan haciendo lo mismo durante décadas solo que con objetivos más ambiciosos y armas más terroríficas. Si pude decir esto ya a principios de febrero es porque tenía las herramientas necesarias para ello.

Soy consciente de la guerra que se ha desatado y a la que muy probablemente he contribuido —junto a otros compañeros— desde la publicación en la que llevo diez años escribiendo y que se ha posicionado muy claramente desvelando las mentiras, las contradicciones, las manipulaciones… y apoyando a los periodistas, activistas, científicos o médicos honestos que han ido poco a poco desvelando la verdad. Me refiero a la revista Discovery DSalud.

En esa guerra vale todo: mentiras, amenazas, ataques en los grandes medios, intentos de desprestigio, descalificación, censura… y por supuesto la batalla en las calles, en las que está jugando un papel clave la maniobra de identificar el “negacionismo” con grupos o sectores de extrema derecha, neonazis o fascistas. Es cierto que la extrema derecha está aprovechando la situación y el descontento con gobiernos conservadores o democristianos —o en el caso español la alianza de falsos partidos de izquierda— para ganar cierto terreno para sus planteamientos autoritarios, antidemocráticos, o totalitarios. Tristemente, la maniobra está funcionando con ciertos medios de contrainformación, antisistema o antifascistas, arrastrados a una trampa tan obvia como rudimentaria. En lo que a mí se refiere, siempre he luchado sin atajos y seguiré haciéndolo. Defendiendo los mismos principios y valores por los que he luchado desde hace más de treinta años, por mucho que desde falsimedia a las ordenes de sus amos quieran manchar esa lucha para descalificarla, para desprestigiarla, para allanar el camino a sus mentiras. Por su propia definición, o por la definición reichiana que es la que yo manejo, el fascismo nunca podrá desmontar herramientas de poder desde el pensamiento crítico porque su esencia es la obediencia ciega, la sumisión, el miedo a la libertad y a la vida. Desde ahí luchamos, cada cual en lo que le toca, en su trinchera… espero haber dejado clara cuál es la mía. Salud.

Gracias Jesús, gracias por dedicarnos tu tiempo y gracias por tu labor...

A ti, a todos los que luchan.


Entrevista realizada por Valeria García. Imágenes cedidas por JGB.



XARRADA-DEBAT 2011 SIDA, MUNTATGE SOCIAL SALUT I MECANISMES DE PODER
LA MANDRÁGORA (VALENCIA)


[NOTA ACLARATORIA MAYO 2021:

Hice esta entrevista a Jesús en noviembre de 2020. Unos meses después anunció su intención de retirarse para dedicar su tiempo y energía a su familia y a la escritura de novelas. Esta es pues la última entrevista que ha concedido sobre su trabajo de investigación que seguirá disponible en los libros y artículos que ha publicado. Su investigación de más de un año en relación con la contrainformación sobre la Covid puede encontrarse recopilada en su blog SaludyPoder. A partir de ahora solo seguirá activo en su blog de literatura: Kefet. Las Escrituras de la Noche y trabajando en sus proyectos literarios, entre ellos, El Segundo Río y la Trilogía 1977.]


PARA SABER MÁS...

El blog que administra: Salud y Poder

Charlas y entrevistas:

Charla organizada por la Asamblea Libertaria de Almería.

La Sanidad contra la Salud (Charla en la Fira de Balaguer).

Microecología (Entrevista para Time for Truth):

Entrevista para Vida Sana (Rebelión).

Algunos artículos políticos-social-económicos en La Haine.

En cuanto al libro mencionado: El rapto de Higea.


AGRADECIMIENTO FINAL

Para mi, ya que no puedo hablar por nadie más, este trabajo abre una puerta, este trabajo nos permite ampliar un esquema que ya conocemos y que tan solo podemos ir completando entre nosotrxs. El mundo en el que vivimos y como se desarrolla, como mínimo, chirría… y sin importar en que parte del proceso personal nos encontremos para deconstruir todo lo que hemos asimilado (más bien todo lo que nos han impuesto con la intención de que sirvamos a esos intereses: ser medio de producción, perpetuar las cadenas de opresión que se producen como consecuencia de una estructura fascista y criminal… alejándonos y arrebatándonos los derechos básicos con los que debería contar cualquier ser vivo y la libertad de ser nosotrxs mismxs), independientemente del camino que estemos trazando personalmente, este trabajo proporciona el acceso a ese camino en el terreno de la salud, deconstruir ideas implantadas por el poder y la posibilidad de trazar nuestro propio camino desde una moral propia. Me opongo a la colonización de mi cuerpo, a la colonización de mis emociones y todo lo que es mío y quieran explotar para sus intereses. La lucha por la autogestión es destrucción y construcción… Así que personalmente, Jesus, Gracias...