domingo, 29 de diciembre de 2019

Credibilidad cero: la OMS controlada por el poder


El presente texto es un extracto-resumen del artículo La Organización Mundial de la Salud la controla la industria farmacéutica, publicado en el número 228 correspondiente a julio-agosto de 2019 de la revista Discovery DSalud. Puede consultarse íntegramente en el siguiente enlace:


La Organización Mundial de la Salud la controla la industria farmacéutica

Preguntarse quién controla la OMS equivale a preguntar quien controla la salud del planeta ya que las directrices, los programas, las campañas que esta organización internacional pone en marcha cada año afecta directa o indirectamente a la inmensa mayoría de sus habitantes, ya se trate de países considerados “pobres” o de países considerados “ricos”, empezando por los propios conceptos de salud y enfermedad que ya determinan comportamientos y decisiones así como los enfoques médicos que contribuyen a reforzar esos conceptos, establecer las prácticas sanitarias y asentar la visión que la opinión pública tiene de todo ello. En definitiva, la OMS dictamina qué es salud, qué son las enfermedades y cómo hay que actuar ante ellas… o mejor diríamos contra ellas porque ese es el enfoque mayoritario: luchar contra microbios, tumores o síntomas en lugar de proteger la vida.

El presupuesto global de la OMS para el bienio 2018-2019 es de 3.926,97 millones de euros. El dinero para cubrir ese presupuesto procede dos fuentes:

—por una parte, lo que la OMS denomina “contribuciones señaladas” que son las cuotas que paga cada estado miembro y cuyo porcentaje se calcula en base a la riqueza y la población de cada país. En total la OMS tiene 194 estados miembros y 2 asociados. El estado con un porcentaje más alto en su cuota es Estados Unidos, que aporta un 22%. Como ejemplos comparativos, España aporta un 2,4%, Francia un 4,8%, y Alemania un 6,3%. La mayoría de los estados aporta menos del 1%. Como hemos explicado, el total de esas cuotas conforman un 18% del presupuesto global de la OMS.

—la segunda fuente, y la más importante, de financiación de la OMS, lo que la organización denomina “contribuciones voluntarias”, procedentes de organizaciones, empresas y fundaciones filantrópicas que son las que realmente deciden en qué se gasta el dinero y qué programas se ponen en marcha y cuales se quedan en meros proyectos de adorno para los documentos.

Cuáles son esas organizaciones que entregan la mayor parte del dinero:






Conclusión: la OMS no es una entidad pública sino privada, no vela por los intereses del público sino que está financiada y controlada por una serie de donantes privados entre los que destacan la Fundación Gates y la industria farmacéutica así como el gobierno de los Estados Unidos, cuyas agencias de salud están a su vez controladas y financiadas por las farmacéuticas. El dinero aportado por Gates y los laboratorios superan asimismo el total de las cuotas de los socios gubernamentales de la OMS. Por lo que no se puede decir que la principal institución mundial relacionada con la salud sea imparcial, independiente o neutral; más bien todo indica que ha estado y está al servicio de los intereses de esos grupos de poder. Eso significa que las decisiones relevantes sobre salud, enfermedad y medicina no se toman siguiendo criterios científicos o médicos ni buscando objetivos que implementen o mejoren la salud de las personas; se toman en base a criterios y objetivos de los grandes grupos de poder que hemos mostrado y que están a su vez conectados con las élites milmillonarias, bancos, conglomerados empresariales y grandes grupos de comunicación. 


FUENTES:

—Jens Martens and Karolin Seitz. Philanthropic Power and Development: Who shapes the agenda?
https://www.globalpolicy.org/component/content/article/270-general/52829-philanthropic-power-and-development-who-shapes-the-agenda.html.
—Barbara Loe Fisher. WHO, Pharma, Gates & Goverment: Who´s calling the shots?
https://www.nvic.org/nvic-vaccine-news/january-2019/who,-pharma,-gates.aspx.
—Página web de la OMS: https://www.who.int/es.
—Página web de la Bill and Melinda Gates Foundation: www.gatesfoundation.org.
—Página web de GAVI Vaccine Alliance: www.gavi.org.
—Cambio en los criterios de la OMS para pandemias:
https://www.who.int/influenza/resources/documents/pandemic_guidance_04_2009/en/.
—Informe 20 aniversario de Tephinet: https://www.tephinet.org/sites/tephinet/files/content/attachment/2018-08-07/TEPHINET_AnniversaryProfile_EMAIL.pdf.
—Más información sobre los CDC, el EIS y TEPHINET: Jesús García Blanca. La política sanitaria mundial la determina un grupo de agencias estadounidenses. Discovery DSalud, número 128 de junio de 2010 https://www.dsalud.com/reportaje/la-politica-sanitaria-mundial-la-determina-un-grupo-de-agencias-estadounidenses/.



domingo, 22 de diciembre de 2019

MANIFIESTO: Por un mundo sin vacunas


Contra todas las vacunas y a favor de la salud y la vida


1. Las vacunas se basan en una teoría de la enfermedad falsa: la Teoría Microbiana o Teoría de la Infección que provocó una supeditación de la medicina a los intereses de la industria farmacéutica, y que sirvió de excusa para declarar la guerra a los microbios, una guerra que ha resultado ser autodestructiva.

2. Las vacunas no encajan con el funcionamiento de la vida tal y como la han concebido las medicinas tradicionales de todo el mundo y como nos lo muestran descubrimientos recientes -y no tan recientes —pero olvidados, despreciados o directamente atacados— en Biología y en otras ciencias.

3. Las vacunas, por tanto, no tienen sentido biológico, lo cual significa que:

las vacunas no pueden tener ningún efecto positivo: esto explica que las vacunas no hayan acabado con las epidemias o disminuido su incidencia. Los documentos históricos, datos, estadísticas e informes no manipulados disponibles demuestran que la evolución de las enfermedades consideradas “infecciosas” ha dependido de la evolución de las condiciones de vida.

las vacunas solo pueden tener efectos negativos. Más aún: todas las vacunas tienen necesariamente consecuencias negativas para la salud y la vida, que pueden ser más o menos graves e incluso mortales, presentarse a corto, medio o largo plazo, y ser reconocidas legalmente o no, aunque todas ellas estén documentadas con rigor. En especial, es muy urgente investigar y precisar el papel de las vacunas en general en el aumento del número de enfermos y a una edad media cada vez menor, y en particular en la irrupción y proliferación de las llamadas “enfermedades raras”.

4. Las vacunas, como todos los fármacos, están sometidas a la dinámica del poder económico, político y académico. Esto significa que la información oficial que llega a la mayoría de la población a través de los medios de masas es sesgada o falsa, que los procesos de aprobación están condicionados, que las decisiones políticas están influenciadas y que los programas de vacunación, tanto en el mundo llamado “desarrollado” como en los países mal llamados “pobres”, están controlados por grandes poderes que actúan a través de fundaciones falsamente “filantrópicas”, de organismos internacionales financiados y de la institución clave de la medicina industrial moderna: los laboratorios farmacéuticos y, en particular en este caso, los fabricantes de vacunas.

5. Por tanto, el objetivo para quienes estamos a favor de la salud y la vida no puede ser luchar por una “vacunación libre, o por vacunas “seguras” o “eficaces” (ya que toda vacuna es intrínsecamente insegura, imprevisible, ineficaz y peligrosa), sino actuar para erradicar totalmente las vacunas aportando información radical (de raíz) que ayude al mismo tiempo a cambiar los conceptos de enfermedad y de salud, y, en consecuencia, el actual modelo médico y los actuales sistemas sanitarios.

Invitamos a todas aquellas organizaciones o personas que compartan este enfoque (y que todos nosotros, partiendo de haber aceptado inicialmente la versión oficial, llevamos muchos años ampliando con nuestro trabajo, nuestro aprendizaje y nuestra voluntad de compartir información rigurosa y liberadora) a que se sumen a esta iniciativa, a que la apoyen, la difundan y la impulsen según sus posibilidades y su buen hacer.

17 de diciembre, 2019.


GRUPO STOP VACUNAS:

Lluís Botinas, presidente de Plural-21, asociación para el cuidado de la vida en un planeta vivo
Lua Catalá, pediatra
Enric Costa, médico de familia, autor de SIDA: Juicio a un virus inocente y Iatrogenia: la medicina de la Bestia, y co autor de Vacunas: una reflexión crítica.
Jesús García, investigador social, colaborador desde 2009 de Discovery DSalud, autor de La Sanidad contra la Salud y Wilhelm Reich, inspirador de rebeldía y co autor de Vacunas: una reflexión crítica.
Teresa Morera, naturópata y ex farmacéutica.
Abraham Navarro, antropólogo y coeditor de Cauac Editorial Nativa.
Alicia Ninou, periodista independiente.

Más información sobre STOP VACUNAS:

Colabora firmando el Manifiesto y difundiéndolo.
Participa en el debate abierto en facebook.

Vacunas: una reflexión crítica a partir de la historia de la medicina 
y los nuevos descubrimientos de la biología.

Otro libros de los integrantes del grupo:
-- Enric Costa. Iatrogenia: la medicina de la Bestia.
-- Libros de Jesús García en Amazon.
-- Lua Catalá. Pediatría para los nuevos niños.

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