La perversión de la ciencia: una falsa teoría impuesta por el poder es el pretexto para violar derechos y libertades fundamentales y provocar un genocidio iatrogénico
La falsa Teoría Microbiana jamás demostrada pero impuesta sin debate científico desde hace más de un siglo es la base del concepto dominante de salud y por tanto del concepto de salud pública que se utiliza como pretexto en todo el mundo para conculcar derechos y libertades fundamentales, y provocar un genocidio iatrogénico que se extenderá si no lo detenemos a embarazadas, niños y jóvenes.
¿Cómo ha sido posible que los gobiernos hayan pisoteado y continúen ignorando y burlándose de todos los derechos fundamentales aprobados en gran parte de los estados de todo el mundo? ¿Cómo es posible que se esté perpetrando un genocidio que comenzó con los ancianos, se ha extendido a toda la población y ahora se va a concentrar en embarazadas, niños y adolescentes en una agresión sin precedentes contra la vida? Y más asombroso aún: ¿Cómo ha sido posible que miles de millones de personas haya aceptado esto sin rechistar e incluso aplaudiendo a sus verdugos y carceleros?
No se trata en este caso de desmontar, desmentir, refutar, la Teoría Microbiana de la Enfermedad (TME). Aquí vamos a partir de su falsedad bien establecida en numerosos trabajos cuya lectura recomiendo (ver bibliografía más abajo) y de los que se desprende de forma clara e indudable que nadie la ha demostrado y que no se adoptó tras un debate científico-médico, sino que se impuso por razones de Poder.
Lo que quiero apuntar en este breve texto son las consecuencias de la imposición de esa teoría, sin una pretensión exhaustiva sino más bien de un modo esquemático y con la intención de animar a quienes se sientan sacudidos por estas palabras a profundizar, desarrollar, complementar y en definitiva poner su parte en la lucha contra esta mentira clave que tan crucial y nefando papel juega en el sometimiento de la gente:
La TME ha impuesto una concepción belicista de la biología cuyo producto estrella son los antibióticos, es decir sustancias que bloquean los procesos vitales y matan a los microbios, que son la clave del origen y evolución de la vida y del mantenimiento de la vida misma.
La TME ha provocado un cambio radical en la medicina: hasta la llegada de Louis Pasteur, Robert Koch y otros "cazadores de microbios" la inmensa mayoría de los médicos trataba a sus pacientes de forma individual y artesanal; a partir del triunfo de la TM la minoría de médicos que mantiene esa visión disminuye drásticamente; la inmensa mayoría trabaja de forma industrializada, lo que quiere decir, deshumanizada.
La TME ha trastocado el concepto de enfermedad al culpar de ella fundamentalmente a los microbios, de tal forma que se oculta la relación entre los hábitos y condiciones de vida y los problemas de salud. Además de liberarnos de la responsabilidad en esos problemas se favorece que nos entreguemos a un sistema sanitario corrompido por la industria que nos vende falsos remedios tóxicos contra los cabezas de turco microscópicos a los que cargamos con la culpa.
La TME ha impuesto así un concepto de salud basado en la ausencia de enfermedades, en la falsa prevención consistente en adiestrar a nuestras supuestas "defensas" y en el exterminio de los falsos culpables, todo ello con gravísimas consecuencias sobre los procesos vitales y por tanto generador de una auténtica explosión de iatrogenia.
La TME posibilita así que el concepto de salud pública se base fundamentalmente en evitar supuestos contagios lo que conduce inevitablemente a políticas coercitivas basadas en el aislamiento o encierro de personas, control de movimientos, de situaciones que impliquen contacto social, imposición de medidas arbitrariamente consideradas "higiénicas" o llegado el caso, imposición por la fuerza de tratamientos o de medidas supuestamente preventivas, fundamentalmente campañas de vacunación.
La imposición de la Teoría Microbiana es pues un elemento clave en el marco de un proceso de desarrollo del totalitarismo sanitario que culmina con la actual Operación Coronavirus que a su vez se ha convertido de modo traumático y brutal en una especie de reforzamiento definitivo de la propis TME y en una estrategia de Poder eugenista, desatando un Iatrocidio que puede crecer exponencialmente si no hacemos algo definitivo para pararlo.
Ese proceso ha venido marcado por la invasión de la medicina de campos vitales que en principio no le corresponden, y que abarcan el arco completo de la vida y la muerte, jugando un papel clave en la producción de ciudadanos obedientes: la medicalización del embarazo, el parto y la crianza, y la separación de las criaturas creando un trauma que perpetúa el estado de sumisión inconsciente que permite el ejercicio del Poder.