domingo, 1 de febrero de 2015

Desmedicalizando la concepción, embarazos y partos

Por un nacimiento más armónico

En 1915, el obstetra Joseph DeLee expuso su visión del parto como un "proceso patológico" que debía ser atendido exclusivamente por obstetras, recomendando el uso sistemático de fórceps y episiotomía, la administración de sedantes y cloroformo, así como derivados del trigo para acelerar la salida de la placenta. Sus tratados se convirtieron en influencia decisiva a partir de los años treinta del siglo XX, contribuyendo así al olvido de conocimientos tradicionales y a la medicalización de los partos.


La confianza en los procesos naturales aporta una seguridad instintiva durante todo el embarazo que permite minimizar los análisis, tests y ecografías que pueden repercutir en el desarrollo neurológico, las células sanguíneas y la estructura genética del bebé.

Aunque hace treinta años la OMS consideraba que las intervenciones médicas solo están justificadas en un 10% de los partos, la realidad es justo la contraria: solo una minoría transcurren de modo natural y espontáneo. Por eso es tan importante asumir un papel activo.

Las evidencias científicas a favor del parto natural
Al comparar partos hospitalarios y partos naturales en casa, estos últimos resultan más seguros.


Jesús García Blanca
Artículo publicado en Salud Social, Cuerpomente, 273, enero 2015.

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