sábado, 11 de junio de 2016

Fundamentalistas científicos contra la salud

El pasado 29 de febrero, apareció en la sección de Opinión del diario de contrainformación Rebelión un artículo de Rosa Guevara Landa titulado "El lado oscuro, crematístico y criminal de las pseudociencias", en el que hace suyos los planteamientos de un colaborador pseudoescéptico del diario El País que en un reportaje-entrevista titulado "A mi hijo lo ha matado la incultura científica".

Tras mi réplica "El lado oscuro, crematístico y criminal de los gestores de la ciencia", en la misma sección de Rebelión, la autora, Rosa Guevara Landa publicó su propia respuesta, "Las ciencias, las prácticas científicas y el poder político y corporativo". Va mi segunda réplica.


Fundamentalistas científicos contra la salud
Segunda réplica a Rosa Guevara Landa

Jesús García Blanca
keffet@gmail.com

“Lo que mueve a la Ciencia no es la voluntad de saber sino la voluntad de dominar”
Humberto Galimberti

“Es precisamente esa pretensión de la ciencia de constituirse en metadiscurso verdadero por encima de las ideologías, saberes y opiniones particulares, lo que la constituye como ideología dominante […] su capacidad de persuadirnos de que no estamos siendo persuadidos, es precisamente esa mentira verdadera de la ciencia la que hace de ella la forma más potente de ideología en nuestros días: la ideología científica”.
Emmanuel Lizcano


Apreciada Rosa:

Creo sinceramente que has cometido un error. Me lo dice tu trayectoria en Rebelión. Quiero creer que has cometido un error quizá por desconocimiento, quizá por precipitación, quizá porque este no es un terreno en el que te hayas movido lo suficiente según veo en el histórico de los artículos que firmas.

Si se adopta el discurso de un determinado grupo o corriente, se está dando de una forma u otra cobertura a sus planteamientos, incluso si no se defienden de modo explícito. Y eso es lo que ocurría en tu artículo.

Hablo de los autodenominados “escépticos” que yo prefiero denominar –siguiendo a Lizcano- fundamentalistas científicos y cuyas características y pautas de actuación resumo:

Proclaman constantemente su supuesto escepticismo mientras su actitud, comportamiento e ideas lo traicionan dejando al descubierto su auténtica naturaleza de cerrado dogmatismo. 
Conceden a la ciencia el mismo estatus que una religión poseedora de la verdad absoluta fuera de la cual no existe salvación. Para ellos la Ciencia es la única vara de medir, el único camino al conocimiento.

Se consideran inmersos en una guerra santa. Su vocabulario, discurso y concepto de la realidad es de corte religioso-paranoide. Por supuesto, ellos están en el bando correcto y en posesión de la verdad frente a un enemigo que es irracional y a quien hay que combatir o convertir al precio que sea. 
Su discurso está impregnado de intolerancia, fanatismo, etnocentrismo científico y fascismo subyacente. 
No buscan la verdad sino defender lo establecido. No dudan, niegan.
Su estrategia básica es la descalificación, el ataque personal, la ridiculización y la difamación.

Su “argumentación” –cuando la hay- es una suma de falacias y prejuicios: apelación a la autoridad, a la mayoría, al consenso, al academicismo y hasta a la generalización más burda. 
Carecen de capacidad de autocrítica. Todas las cualidades que proclaman como necesarias -dudar, analizar, examinar y racionalizar- jamás las utilizan con sus propias creencias que, curiosamente, coinciden siempre con lo establecido, con los intereses del Poder.

Un campo de actividad particularmente intenso es el de la salud. Los fundamentalistas son una pieza clave de la guerra contra cualquier alternativa al modelo médico dominante y vienen desplegando una gran actividad en ese sentido: artículos en sus webs, participación en medios de comunicación, intervención en redes sociales, intentos de boicot a todo tipo de actos relacionados con las medicinas naturales...

Sin duda, Rebelión haría muy mal poniéndose de espaldas a la ciencia. Pero no es eso lo que digo que me preocupa. Lo que me preocupa es que una autora que ha demostrado en estas páginas ser una persona crítica con el poder, reproduzca de modo directo o indirecto las diatribas de grupos y personas que se amparan en la ciencia para atacar otras formas de conocimiento y en particular otros enfoques de la salud.

Y añado: no solo es que yo crea que hay científicos honestos, es que llevo treinta años apoyándome en ellos para llevar a cabo mi análisis de los mecanismos de poder en los terrenos de la salud, la educación y la ecología.

En cuanto a tu ejemplo: no, no es un invento del periódico citado, ni yo lo acuso de eso. El diario imperial simplemente repite incorrecciones, mentiras y manipulación pisoteando una regla fundamental del periodismo que es contrastar la noticia.

Así expone el caso de Mario, Julián Rodríguez, su padre, en la web de la esperpéntica Asociación para Proteger al Enfermo de TerapiasPseudocientíficas (APETP) una asociación supuestamente creada por él y que calca el discurso pseudoescéptico y pretende tipificar como delito la práctica de cualquier terapia natural y prohibir hasta el uso de términos como “medicina, curación, sanación, salud, terapia” sin estar licenciado en medicina:

“El hospital Arnau de Vilanova le hizo a Mario una propuesta coherente de sesiones de quimioterapia y trasplante de médula o sea, pero Mario estaba en una situación complicada e hizo caso a quien creía que era un médico naturista. La persona que se presentó a Mario como médico naturista convenció a este de abandonar su tratamiento en el hospital diciéndole que la quimioterapia no era efectiva y que no aguantaría más sesiones. La leucemia de Mario estaba en remisión tras la quimioterapia pero después de un tiempo en el que su único tratamiento fue el de este terapeuta, a Mario le volvió a brotar la leucemia: tuvo que ingresar de nuevo en el Arnau de Vilanova. Fue entonces cuando descubrimos que el terapeuta no era médico. Al no seguir el tratamiento en el momento adecuado la leucemia se complicó enormemente”.
 
Por su parte, el diario El País titula citando a Julián Rodríguez: “A mi hijo lo ha matado la incultura científica”. Y en entradilla, añade: “Se reabre el caso de un joven que murió tras abandonar la quimioterapia por culpa de un curandero, según denuncia su padre”. A destacar que el autor del reportaje es Javier Salas, colaborador habitual de los círculos pseudoescépticos desde el El País y otras tribunas como el diario Público o el propio Escéptico digital.

Desde el titular ya se plantea –de un modo visiblemente sensacionalista- la tesis fundamental de los falsos escépticos: la ciencia como criterio para establecer lo que es correcto y lo que no. La entradilla añade otro elemento clave: los profesionales que no aplican la medicina farmacológica son “curanderos”. Atención porque el periódico no entrecomilla esta palabra y por tanto no se trata de una cita del entrevistado, sino de una afirmación del diario. Pero la entradilla hace algo mucho más grave: acusar al “curandero” de la muerte del joven, sin mencionar por supuesto que el profesional en cuestión, José Ramón Llorente posee una licenciatura por la Universidad de Ecuador y un doctorado por la Universidad de Columbia además de una sólida formación y una larga experiencia como docente y terapeuta desde 1976.

A continuación, y abusando claramente de términos truculentos para referirse a la enfermedad de Mario como “calvario” o “martirio”, el diario mezcla inexactitudes y flagrantes mentiras que además implican al doctor citado en una desagradable situación. Dice el diario:

“Su error: abandonar el tratamiento médico de su leucemia para abrazar una pseudoterapia recomendada por un curandero que asegura ser capaz de curar el cáncer con vitaminas. El calvario de Mario duró seis terribles meses hasta que falleció en julio de 2014.Según el médico que trataba a Mario —el de verdad—, no sólo le convenció para que se negara a un trasplante y a darse la quimio, sino que le prescribió un tratamiento que interfería en su recuperación con elementos contraproducentes, como hongos y alcohol. En su martirio, a Mario hubo que intervenirle en el intestino por una infección”.

Por mi parte sí que he contrastado la noticia, y –aunque el caso está aún pendiente de juicio- puedo adelantar que en la declaración del Dr. Aurelio López Martínez, el oncólogo de Mario al que El País se refiere como “el médico de verdad” se dejan claras algunas cosas que demuestran la manipulación e incluso las mentiras que se están difundiendo interesadamente sobre el caso: El Dr. López dio el visto bueno al tratamiento recomendado por el “curandero” con la excepción de dos productos que Mario no tomó y así se refleja en su historia clínica. Esto exculpa totalmente al Dr. Llorente ya que de haber habido algo peligroso o sospechoso en esas recomendaciones parece lógico suponer que su oncólogo no lo hubiera aprobado e incluso hubiese tenido la obligación de denunciarlo.

El expediente judicial incluye asimismo un escrito firmado por el Jefe del Servicio de Inspección de Servicios Sanitarios de la Generalitat Valenciana en el que certifica que no hay constancia de que el Dr. José Ramón Llorente incitase al abandono de la propuesta hospitalaria. Lo que sí sabemos, y parece razonable que jugara un importante papel en la decisión de Mario es que tenía un hermano pequeño que padecía leucemia y que murió a pesar de haber seguido el tratamiento a base de quimioterapia que le prescribieron sus médicos.

Conste que no creo que cualquier cosa sea válida y menos aún en el campo de la salud y de su cuidado y prevención, pero teniendo en cuenta el evidente fracaso de una medicina que se autodenomina científica mientras mantiene su alianza con una industria que pisotea los más elementales criterios del método científico controlando toda la cadena –investigación, publicación, autorizaciones de agencias, formación e información de masas- para que sirva a los fines económicos de unos y académicos de otros, teniendo en cuenta la innegable catástrofe sanitaria que esto viene provocando y teniendo presente las enormes posibilidades de numerosas disciplinas y técnicas alternativas honestas, eficaces y seguras, esta lucha contra ellas es una guerra contra nuestra propia salud.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

1º Respecto a lo de "Fundamentalistas Científicos" para definir a los pseudoescépticos, me parece bastante acertado aunque incompleto, creo que lo correcto del todo sería "Secta de Fundamentalistas Científicos", ya que no son personas que vayan por libre, sino que militan o son activistas de un movimiento mundial, de una ideología, de una filosofía, de una pseudoreligión cientificista sectaria de la que son auténticos fanáticos.

Por cierto, es un grupo que siempre está tratando de hacer proselitismo, crecer entre los incautos..., que es una de las características de las religiones y sus sectas, también tratan de transmitir sus ideas, lenguaje, etc..

Cuando se habla de la "cadena de producir ciencia" tras la cual hay intereses económicos que la desvirtúan, hay que pensar que en esa cadena están los programas escolares y universitarios, en que se investiga y en que no, el control de la divulgación científica, el control de las revistas científicas Y TAMBIÉN QUE NO SE SUELE DECIR EL MANTENIMIENTO DE GRUPOS COMO LOS PSEUDOESCÉPTICOS (ESE ES SU SITIO EN EL SISTEMA Y MANTENIDOS POR EL MISMO...).

El movimiento escéptico, que nació allí por los años 70-80 del siglo pasado en USA, ha sido todo un fiasco..., ha fracasado estrepitosamente, es practicamente desconocido, y su influencia social es casi nula, sus publicaciones aburren y practicamente cierran por falta de interés social, muchos no son ni de ciencias y los que lo son, son unos mediocres en general, además ni siquiera caen simpáticos.

No obstante, los pseudoescépticos están empezando a plantear una serie de estrategias novedosas para ver si salen del agujero en el que están metidos casi desde que nacieron, en vez de reflexionar y limpiar su casa de arribistas e impresentables, en vez de evolucionar hacia algo como los zetéticos, siguen como siempre, pensando en grupo como los borregos y lo que prefieren es "ser astutos" y cambiar de estrategias en vez de reformarse a fondo.

Para empezar han cambiado de temáticas, ya no solo hablan de fantasmas y ovnis, sino que además han ampliado su campo a temas tecnológicos (energía, biológicos, telecomunicaciones, médicos, ecológicos en su caso suele ser anti ecológicos, incluso sociales hablando de leyendas urbanas o teorías de la conspiración a cualquier argumento o persona que les lleve la contraria, etc.), lo cual los convierte ya en un movimiento altamente reaccionario, conservador respecto al poder y peligroso respecto a la sociedad, las personas y la naturaleza.

Solo hacen una excepción su ateísmo y anticlericalismo radical militante, esto es normal, pues como religión o pseudo religión que es el escepticismo, con la DIOSA CIENCIA, no puede admitir competencias a la hora de captar creyentes..., además hay empresas interesadas en temas de reproducción humana y otros similares a los que la Iglesia Católica (con razón o sin ella), les hace mucho daño no dejándoles avanzar (nuevos anticonceptivos, abortivos, células madre, etc.).

Anónimo dijo...

2º Por ejemplo como sus publicaciones meramente pseudo escépticas fracasan..., lo primero que hacen es infiltarse en la divulgación científica (tele, radio, periódicos, revistas, museos, charlas, dedicadas a la divulgación o a sus secciones y junto con la divulgación, introducen contenidos y enfoque escépticos...), además de esto van a todo tipo de medio, público, privado, de derechas, de izquierdas, etc., llegando incluso a emitir desde medios alternativos, así si van a un medio de derechas esconden su carácter ateo y anticlerical y dan muy buena información sobre tecnologías que les gustan a las empresas (Armentia llegó incluso a tratar de asesorar a la COPE, no les importa, todo les vale y desde ahí en mayor o menor medida tratan de meter contenidos escépticos), si van en cambio a un medio de izquierdas o alternativo callarán temas como los transgénicos y hablarán de que ellos son ateos como los del medio, que están en contra de la superstición y del poder de la Iglesia y si pueden irán metiendo poco a poco contenido escéptico, les gusta mucho jugar al camuflaje y engañar a la gente, por ejemplo Mortadelo-Gámez se coló en el País Vasco en "Hala Bedi Irratia" que es una radio alternativa utilizando estos trucos, Jose A. Pérez hace programas para la televisión autonómica vasca ETB y suele colar sus contenidos, en ocasiones hay medios en los que tienen programas propios, en otras ocasioines son solo colaboraciones (de momento con los únicos medios que no se atreven son con los que hablan de temas ocultos, pero ahí a veces también nos llevamos una sorpresa...).

Se están tratando de colar en la universidad, cuando no son ni parte de la ciencia, ni la representan, por ejemplo andan cercanos a la universidad pública del País Vasco UPV/EHU.

Su financiación las consiguen con cuotas para sus corpúsculos (sectas), con merchandaising de camisetas, tazas, etc., dando conferencias y vendiendo sus libros, con sus colaboraciones en medios, con subvenciones públicas, mediante patrocinio de empresas tecnológicas cuyos intereses defienden.

Ahora el pseudo escepticismo ha revido un respaldo con la existencia de Internet, que les permite expandirse y estar mas comunicados.

También he visto pseudoescepticismo en anuncios, de lo que deduzco que el pseudoescepticismo se está utilizando como argumento-publicitario para vender nuevos productos tecnológicos y desacreditar los del contrario, por ejemplo Jose A. Pérez, no es un actor, ni un cómico, sino un publicita....

En el caso que comentas en este artículo de esta mujer que escribe en "Rebelión", es una a la que han engañado, como a tantos otros, han hecho un movimiento similar al que Mortadelo-Gámez hizo para "colarse" en "Hala Bedi Irratia", les cuenta la milonga de que esto es algo divertido, nuevo, que es una verdad científica indiscutible, que el es ateo como la gente inteligente de izquierda y la trampa está cerrada, en pocos días los ecologistas de estos grupos están vendiendo transgénicos, así está la cosa.

Hay que avisar a la sociedad para que no caiga en estos burdos trucos.

Mauricio dijo...

Buen comentario, sobre el fraude de Julian Rodríguez he publicado tres artículos al respecto analizando el caso desde sus contradicciones y he filtrado un documento de los hermanos Frías, mi análisis:

http://hezeptikos.blogspot.com/2016/03/estafa-periodistica-2-el-informe-de.html

Jesús García Blanca dijo...

Conozco tu página, Mauricio.
Muy buen trabajo!
Estamos en contacto.
Un abrazo
J

Jesús García Blanca dijo...

Gracias por la reflexión, Anónimo.
Me parece muy atinada.
Un abrazo
J