Reproduzco la crónica que los amigos de Ser y Actuar han difundido en relación con el juicio a Josep Pàmies y animo a difundir esta y otras informaciones que podéis encontrar tanto en el blog de Ser y Actuar como en la web del propio Pàmies y en su cuenta de YouTube.
Ninguna planta es ilegal
El jueves 25 de mayo por la mañana tuvo lugar en el Palau de Justicia de Lleida el juicio contra Josep Pàmies por cultivo ilegal de marihuana.
La fiscalía pide 2 años de cárcel y 16.000€ de multa. A las preguntas que le hizo, Josep Pàmies declaró que las plantas de marihuana no eran suyas, eran de un grupo reducido de socios de la Dulce Revolución de las Plantas Medicinales, que cultivaban ellos mismos en un espacio de terreno que había cedido ya hacía tiempo a la asociación para que experimentasen con las plantas medicinales. Ante la insistencia de la fiscal sobre la financiación del cultivo y cómo se cubrían sus gastos, Pàmies respondió que no obtuvo retribución alguna, ni por la cesión del terreno, ni por el agua de regar. Añadiendo que a pesar de no estar al cuidado de las mismas, en ocasiones las había regado, puesto que es incapaz de pasar por delante de una planta que necesita agua y no dársela, son seres vivos y no podría pasar de largo sin atenderlas.
También se le preguntó si tenía algún control sobre los propietarios de las plantas, y sobre su uso posteriormente a la recogida. A lo que respondió que no, que sólo les había cedido el terreno y que eran personas de confianza de la asociación que efectuaban el cultivo de las plantas para un uso propio y terapéutico.
La fiscal llamó a declarar a los tres Mossos d’Esquadra que intervinieron en la denuncia e incautación de las plantas, pero básicamente sólo les preguntó si se ratificaban en el informe y si habían observado que las plantas estuvieran etiquetadas con nombres de personas. Los policías se ratificaron en el informe y declararon que no prestaron atención a las plantas puesto que estaban buscando a la nieta desaparecida de Josep Pàmies.
La argumentación de la fiscal fue inconsistente y no dio muestras de haberse estudiado demasiado el caso. Una prueba de ello fue cuando confundió las tinturas elaboradas a partir de las plantas con tintes. La segunda vez que el público se rió, la juez, a petición de la fiscal, advirtió que desalojaría la sala si se volvía a oír una sola risa, con lo que el público guardó un silencio sepulcral hasta el final de la sesión.
En cambio la argumentación de la defensa, llevada a cabo por Anaís Franquesa, fue sólida y bien elaborada, aportando abundante documentación sobre jurisprudencia, de la que la juez tomó nota minuciosamente.
La abogada consiguió que finalmente fueran admitidos algunos de sus testigos. Inicialmente no le habían admitido ninguno pero, después de una queja bien argumentada, la juez admitió a cinco de ellos.
La presidenta de la Asociación de la Revolución de las Plantas Medicinales Mercè Camins declaró que había elaborado una lista de los 46 asociados propietarios de las plantas con sus nombres y teléfonos. Que se conocían todos entre ellos, y que cada uno se hacía cargo de sus 2 o 3 plantas. Y que no había nadie que tuviera plantas ahí que no formase parte de este grupo.
También dieron testimonio propietarios de plantas, declarando el número de plantas que poseían y que no habían podido recogerlas, testimoniando las afecciones que esta planta les había ayudado a superar.
También dieron testimonio propietarios de plantas, declarando el número de plantas que poseían y que no habían podido recogerlas, testimoniando las afecciones que esta planta les había ayudado a superar.
En su alegato final la fiscalía sostuvo que el acusado había hecho promoción del uso de una planta ilegal, que la cantidad de plantas incautadas era muy grande, y que nadie tenía un control sobre el uso que le iban a dar a las mismas.
La abogada de la defensa en primer lugar puso de manifiesto que había sido el propio acusado quien había llamado a la policía para que les ayudasen a encontrar a una nieta suya que había desaparecido. Que en todo momento había actuado abiertamente y sin nada que esconder. Finalmente encontraron a la niña que estaba jugando al escondite, juego que por cierto demostró dominar a la perfección.
La abogada también argumentó que Josep Pàmies únicamente les había cedido el terreno para su uso y que no formaba parte de ese grupo de 46 socios. Aportó abundante documentación sobre jurisprudencia de la que la juez tomó nota minuciosamente. Explicó que la planta de la marihuana tiene un ciclo de vida que empieza en primavera y termina en otoño. Por tanto, no es de extrañar que, quien cultiva marihuana para uso propio, tenga que plantar la suficiente para tener para todo el año. Que el Tribunal Supremo establece como consumo habitual de una persona 100 gramos cada cinco días. Por lo tanto, el Sr. Pàmies hubiera podido tener las 89 plantas para su propio autoconsumo. Podría haber dicho que las plantas eran suyas. Porque el peso neto de las mismas es de unos 1.800 gramos. Con esto, una sola persona tiene para tres meses. Por tanto la jurisprudencia establece que la cantidad en si misma, sin tener en cuanta el cultivo compartido y todas las pruebas presentadas, con sólo el hecho de que se trata de 1.878,79 gramos, ya queda establecido que es una cantidad irrisoria y que sería para el consumo de una sola persona durante tres meses.
Si bien desde un punto de vista penal es irrelevante si la marihuana es para uso terapéutico o para uso recreativo, desde el punto de vista de la Asociación, ésta nunca ha querido promover un uso indiscriminado de la marihuana, ni ocioso. Existen numerosos estudios científicos sobre las propiedades terapéuticas de la marihuana. Tanto es así que está legalizada en 25 estados de los EEUU, así como en Alemania, Argentina, México, Italia, República Checa, Uruguay, Australia, Nueva Zelanda… etc. Y la Dulce Revolución y el Sr. Pàmies defienden precisamente el uso terapéutico de las plantas medicinales.
Por todo ello la defensa consideró que en ningún momento se cometió delito alguno contra la salud pública.
La abogada de la defensa en primer lugar puso de manifiesto que había sido el propio acusado quien había llamado a la policía para que les ayudasen a encontrar a una nieta suya que había desaparecido. Que en todo momento había actuado abiertamente y sin nada que esconder. Finalmente encontraron a la niña que estaba jugando al escondite, juego que por cierto demostró dominar a la perfección.
La abogada también argumentó que Josep Pàmies únicamente les había cedido el terreno para su uso y que no formaba parte de ese grupo de 46 socios. Aportó abundante documentación sobre jurisprudencia de la que la juez tomó nota minuciosamente. Explicó que la planta de la marihuana tiene un ciclo de vida que empieza en primavera y termina en otoño. Por tanto, no es de extrañar que, quien cultiva marihuana para uso propio, tenga que plantar la suficiente para tener para todo el año. Que el Tribunal Supremo establece como consumo habitual de una persona 100 gramos cada cinco días. Por lo tanto, el Sr. Pàmies hubiera podido tener las 89 plantas para su propio autoconsumo. Podría haber dicho que las plantas eran suyas. Porque el peso neto de las mismas es de unos 1.800 gramos. Con esto, una sola persona tiene para tres meses. Por tanto la jurisprudencia establece que la cantidad en si misma, sin tener en cuanta el cultivo compartido y todas las pruebas presentadas, con sólo el hecho de que se trata de 1.878,79 gramos, ya queda establecido que es una cantidad irrisoria y que sería para el consumo de una sola persona durante tres meses.
Si bien desde un punto de vista penal es irrelevante si la marihuana es para uso terapéutico o para uso recreativo, desde el punto de vista de la Asociación, ésta nunca ha querido promover un uso indiscriminado de la marihuana, ni ocioso. Existen numerosos estudios científicos sobre las propiedades terapéuticas de la marihuana. Tanto es así que está legalizada en 25 estados de los EEUU, así como en Alemania, Argentina, México, Italia, República Checa, Uruguay, Australia, Nueva Zelanda… etc. Y la Dulce Revolución y el Sr. Pàmies defienden precisamente el uso terapéutico de las plantas medicinales.
Por todo ello la defensa consideró que en ningún momento se cometió delito alguno contra la salud pública.
Cuando la Juez preguntó si el acusado tenía algo más que añadir, Josep Pàmies dijo que con estos 1.800 gramos para las personas que la fumaran no sería demasiado, pero para las personas que necesitasen un uso medicinal, con muy pocos gramos tendrían para bastante tiempo. Y que para este uso terapéutico los beneficios que pueden obtenerse son extraordinarios, más de lo que mucha gente se imagina. Añadió que cree que algún día, en vez de encontrarse él en esta sala, estarán muchos gerentes y propietarios de esta industria farmacéutica que conlleva 200.000 muertes al año sólo en Europa con sus drogas legales, que causan la muerte. Y que espera que algún día sea así y se haga justicia con esas drogas legales. Las hierbas medicinales han de ser una prioridad total…
Llegados a este punto la Juez interrumpió al Sr Pàmies, dio por terminada la sesión y desalojó la sala.
Llegados a este punto la Juez interrumpió al Sr Pàmies, dio por terminada la sesión y desalojó la sala.
A la salida del Palau de Justicia de Lleida lo esperaban algunos de los grandes medios de masas y algunos medios de información ciudadana a los que atendió por igual. Queda por ver si el tratamiento que ofrecen ambos medios de divulgación es igual de veraz y extenso.
En la acera de enfrente había instalada una larga mesa con un catering de Slow Food con abundante comida y bebida ecológica, exquisitamente preparada por miembros y acompañantes de la Asociación de la Dulce Revolución de las Plantas Medicinales. Cajas con albaricoques ecológicos, dulces como la miel, recién recogidos del árbol el día anterior y un ambiente festivo con el que Josep Pàmies quiso convertir el día del juicio en la fiesta de la marihuana.
En la acera de enfrente había instalada una larga mesa con un catering de Slow Food con abundante comida y bebida ecológica, exquisitamente preparada por miembros y acompañantes de la Asociación de la Dulce Revolución de las Plantas Medicinales. Cajas con albaricoques ecológicos, dulces como la miel, recién recogidos del árbol el día anterior y un ambiente festivo con el que Josep Pàmies quiso convertir el día del juicio en la fiesta de la marihuana.
Fuente: Ser y Actuar: https://seryactuar.org/2017/05/29/juicio-a-josep-pamies/
3 comentarios:
PROGRAMA HECHO POR ESCÉPTICOS ‘En el punto de mira’ destapa las estafas que hay detrás del miedo a la hipersensibilidad a las ondas.
http://www.cuatro.com/enelpuntodemira/hipersensibilidad-hondas-estafa_2_2382480211.html
Hola,
¿pueden difundir?
https://losseudoescepticos.wordpress.com/2017/06/11/37/
encoratjo al Josep que no es rendeixi mai i a tots el seguidors que l'apoyen iu ajuden a segir a defensar les veritats per la bona salut i denunciar el enganys del laboratoris famacèutics !!!
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