La gran lección de estos pueblos es el acercamiento a la Naturaleza.
No existe ni el gen ni el elixir de la eterna juventud o de la perfecta salud. Pero tampoco son los genes los que provocan las enfermedades.
Lo que hace que estos pueblos disfruten de vidas prolongadas y, lo que es mucho más importante, plenas de salud y felicidad, es su profunda implicación emocional y su conexión vital con la naturaleza, con la inmediatez de los espontáneo, con el fluir de la vida así como su imbricación espiritual con los trascendente, con lo sagrado, con prácticas religiosas o creencias espirituales fundadas en antiguas tradiciones que aportan sentido a sus vidas y cohesión a la comunidad.
Durante mucho tiempo se creyó que determinados pueblos como los hunza o los abcasios debían su larga vida a una alimentación básicamente vegetariana. Sin embargo, investigaciones posteriores y estudios recientes añaden otros elementos más incluso más relevantes que la alimentación que esos pueblos tienen en común y que constituyen toda una lección sobre los más importantes hábitos de salud: así a las dietas saludables aunque no estrictamente vegetarianas, suman las relaciones armónicas en las familias, la integración en la tribu o comunidad, su conexión vital con el medio y la naturaleza, el mantener un sentido profundo y cercano de la vida en contraste con la alineación de la mayoría de los trabajos en las sociedades modernas y el mantenimiento de un sentido de lo sagrado, bien mediante una religión o alguna práctica espiritual.
No existe ni el gen ni el elixir de la eterna juventud o de la perfecta salud. Pero tampoco son los genes los que provocan las enfermedades.
Lo que hace que estos pueblos disfruten de vidas prolongadas y, lo que es mucho más importante, plenas de salud y felicidad, es su profunda implicación emocional y su conexión vital con la naturaleza, con la inmediatez de los espontáneo, con el fluir de la vida así como su imbricación espiritual con los trascendente, con lo sagrado, con prácticas religiosas o creencias espirituales fundadas en antiguas tradiciones que aportan sentido a sus vidas y cohesión a la comunidad.
Durante mucho tiempo se creyó que determinados pueblos como los hunza o los abcasios debían su larga vida a una alimentación básicamente vegetariana. Sin embargo, investigaciones posteriores y estudios recientes añaden otros elementos más incluso más relevantes que la alimentación que esos pueblos tienen en común y que constituyen toda una lección sobre los más importantes hábitos de salud: así a las dietas saludables aunque no estrictamente vegetarianas, suman las relaciones armónicas en las familias, la integración en la tribu o comunidad, su conexión vital con el medio y la naturaleza, el mantener un sentido profundo y cercano de la vida en contraste con la alineación de la mayoría de los trabajos en las sociedades modernas y el mantenimiento de un sentido de lo sagrado, bien mediante una religión o alguna práctica espiritual.
Más información:
—Libro
The wheel of Health en pdf:
http://www.wellbeyond100.com/wheelofhealth.pdf
—Zonas Azules:
https://www.bluezones.com/
—Estudio detallado sobre los
centenarios de Okinawa: http://www.okicent.org/index.html
—Artículos científicos:
http://www.okicent.org/publications.html
Jesús García Blanca
Discovery Dsalud, 190, Febrero, 2016
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