Ninguno de mis libros de investigación me ha causado tanta emoción, ninguno ha supuesto un destilado energético tan enorme al escribirlo ni me ha provocado una resaca emocional tan intensa, ni me ha conmocionado tanto con la responsabilidad que supone ofrecerlo a la gente, ni me ha sobrecogido tanto al redactar mis reflexiones que conectan tan íntimamente con mi vida, mis sueños, mis amores y mis esperanzas.
Mirándolo ahí, en la caja de cartón en la que acaban de llegar los ejemplares de la editorial, con esa desafiante sobriedad, con esos tonos sutiles de sombras y luces que hablan de las contradicciones vitales, encontrándome sin excusas con esa mirada intensa de Willy que parece -o quiero yo pensar que parece- decirme: no está mal... has hecho tu parte, has estado a la altura de una responsabilidad que va mucho más allá de ti, que es social, que es de la comunidad, que es de todos los que se sienten vivos y quieren que la vida salga adelante sin trabas, encarnada en cada criatura... las palabras de quien ha sido y será para siempre mi inspirador de rebeldía.
El libro en Cauac
2 comentarios:
Enhorabuena! Era mucho peso parir eso, si. Íbamos a comprar nuestro ejemplar en la web, pero lo queremos dedicado. Así que espero uno de esos de la cajita. Besos
Jesus te lo pido a ti directamente
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